Este año, Carolina de Mónaco reunió a todos sus hijos en el tradicional Baile de la Rosa. La princesa ofició de anfitriona de la gala junto a Andrea, Pierre, Carlota, Alexandra y las parejas de todos ellos. Pero Carolina también quiso compartir esta velada tan especial con otra Casiraghi. Se trata de su sobrina Fernanda, quizá la más desconocida del glamuroso clan monegasco.
Fernanda es hija del fallecido empresario italiano Daniele Casiraghi, que era hermano de Stefano y tío de los hijos de Carolina de Mónaco. La joven recibió su nombre en honor a su abuela, Fernanda Biffi Casiraghi, que a sus 94 años sigue siendo la matriarca de esta saga de exitosos emprendedores italianos. La abuela Fernanda y su marido, Giancarlo Casiraghi, transformaron la sociedad familiar que se dedicaba al carbón en un floreciente imperio financiero e inmobiliario, con ramificaciones en Italia y Mónaco, en el que ahora también trabaja su nieto Pierre. Referente histórico de los empresarios en Montecarlo, Fernanda es la presidenta honoraria de la compañía de la familia y de la Asociación de Emprendedores Italianos del Principado de Mónaco. Su casa, la lujosa Villa Cicogna, cerca del lago de Como, es un punto de encuentro para todos sus nietos.
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Su nieta Fernanda ha heredado la pasión por los negocios. La joven Casiraghi creó en 2017 su propia marca de ropa, a la que ha llamado Zilea y que ha definido como una firma de lujo que ofrece “una línea de vestidos exclusivos que combinan elegancia y despreocupación sofisticada”. Fernanda llevó este fin de semana uno de los trajes de Zilea en el Baile de la Rosa y deslumbró con su creación en seda y estampado floral.
Carolina de Mónaco siempre ha mantenido el cariño y los vínculos afectivos con los Casiraghi, a los que considera parte de la familia real monegasca. Aunque ya han pasado 28 años de la muerte de su marido, Stefano Casiraghi, que falleció en 1990 en aguas del Principado al volcar su embarcación en el Campeonato del Mundo de Offshore, la princesa sigue muy unida a su suegra, a sus cuñados y a sus sobrinos.
Como prueba la presencia destacada en Fernanda en el Baile de la Rosa de este año y en otros acontecimientos importantes de los Grimaldi como el enlace del príncipe Alberto y Charlene, en 2011, o la Monaco Classic Week, una regata que organiza cada año el Yacht Club de Montecarlo. Fernanda también tiene una relación muy cercana con todos sus primos. En el verano de 2017, por ejemplo, viajó a Mallorca para apoyar a Pierre Casiraghi durante su participación en la Copa del Rey de Vela. Y comparte la pasión por la moda con su prima Carlota. El clan Grimaldi tiene una nueva estrella con nombre propio: Fernanda Casiraghi.
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