A finales del año pasado, el príncipe heredero Ernst August de Hannover decidió firmar un acuerdo por el que entregaba el histórico castillo de Marienburg, ubicado en la Baja Sajonia y sede de la Familia Real de la Casa Hannover, al estado germano y lo hacía por la simbólica cantidad de un euro. La decisión de Ernst August de que la espectacular propiedad cambiara de manos tras 150 años no sentó del todo bien a su padre, Ernesto de Hannover, quien fue el que se lo cedió junto a otras propiedades del patrimonio de la dinastía. El todavía marido de Carolina de Mónaco, que por cierto fue operado de urgencia hace solo unos días debido a una inflamación en el páncreas, se opuso tajantemente a esta venta y logró paralizar el proceso alegando que la negociación es "indigna e ilegal".
Los Hannover, enfrentados por la venta del Castillo de Marienburg
Ernst August de Hannover vende por un euro el histórico castillo de Marienburg
Ahora, cuando la disputa familiar ha alcanzado su cota más alta, Ernst August ha decidido romper su silencio y pronunciarse acerca de esta guerra que mantiene con su padre. Lo ha hecho para el periódico alemán Hannoversche Allgemeine. El príncipe heredero de la Casa Hannover no se ha dejado nada en el tintero y ha hablado sobre las acusaciones vertidas por su padre, así como del dinero que supuestamente le habría dado su padre en el pasado. "Nunca me llegaron esos activos. Lo que me cedió fueron unos terrenos agrícolas y forestales. Los ingresos que estas tierras me proporcionaban no fueron suficientes para el mantenimiento y la rehabilitación del Castillo de Marienburg", explica, justificando su decisión de poner a la venta la impresionante propiedad.
Ernst August de Hannover también ha hablado de las deudas acumuladas por Ernesto de Hannover en los últimos tiempos. "Eran considerablemente más altas" de lo esperado. "No quiero especular sobre la cifra total, pero lo único cierto es que no generó ningún activo al que pudiéramos recurrir para mantener el castillo. Es dinero perdido". En este sentido, el marido de Ekaterina y padre de su única hija, Elisabeth, -en estos momentos esperan la llegada del segundo para el próximo mes de abril- recuerda la subasta que tuvo que realizar en el año 2005 para poder sufragar gran parte de los gastos. "Las deudas de mi padre fueron pagadas. Y el dinero restante se invirtió, por ejemplo, en la ampliación de la torre principal y el restaurante". Las reformas pudieron percibirse durante la boda de Ernst August y Ekaterina Malysheva, en julio de 2017, un enlace al que acudieron los hermanos Casiraghi.
¡'Baby boom royal'! Los príncipes Ernst y Ekaterina de Hannover esperan su segundo hijo
Por todo ello, Ernst August tiene claro que seguirá adelante con la venta del castillo. "Soy el propietario de Marienburg. Los plazos legales para que mi padre pueda recuperar algo de esto expiraron hace tiempo", por lo que confía en que la situación pueda aclararse cuando antes para poder continuar con el proceso, tal y como él mismo ya reconoció hace un tiempo, cuando certificó que todos los contratos estaban debida y legalmente regulados. "Después de una revisión exhaustiva de la herencia, no hay duda de que tengo derecho en todos los asuntos relacionados con los bienes inmuebles y su inventario. No hay motivos para especular lo contrario", afirmó entonces.
Por otro lado, el hermano de Christian de Hannover también tiene previsto ceder algunas de las posesiones familiares al Landesmuseum Hannover, un museo ubicado en la ciudad. "No han sido decisiones fáciles y sencillas. Pero los tesoros artísticos tienen que estar asegurados de alguna forma". Así, varias fundaciones se harán con cerca de un centenar de artículos que forman parte del castillo, entre ellos pinturas de gran valor. En total, unas 1.700 piezas que pasarían a formar parte de una entidad benéfica cuyo consejo de administración preside precisamente el Príncipe Heredero.