¡Una noche en la ópera! Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo deslumbran en la Scala de Milán
El matrimonio acudía este fin de semana a la inauguración de la temporada y, con un estilismo de lo más elegante y lleno de 'glamour', disfrutaba de la premiere de Attila, de Giuseppe Verdi
El pasado mes de septiembre, los reyes Felipe y Letizia presidían la inauguración de la temporada en el Teatro Real de Madrid con la ópera Faust, de Charles Gounod. Tres meses después, le ha tocado el turno a la Scala de Milán, que este fin de semana ha abierto sus puertas y lo ha hecho con Attila, la historia de venganza de una valiente mujer contra el rey de los hunos, protagonizada por la soprano española Saioa Hernández. Al estreno acudió una representación de la Familia Real monegasca, en concreto Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, cuyas raíces son precisamente italianas.
El hijo y la nuera de Carolina de Mónaco deslumbraron a su llegada, pero no acudieron solos a la Scala. También lo hizo la hermana de Beatrice Borromeo, Matilde, que al igual que ella escogió un diseño de la firma Armani Privé. Mientras Beatrice se decantó por un espectacular vestido negro asimétrico con aplicaciones de pedrería, Matilde lució un diseño de manga larga y falda de volantes. Junto a ellos, se dejaron ver en este estreno operístico la bailarina Carla Fracci, la diseñadora Gigliola Curiel y su hija Raffaella, el bailarín Sergei Polunin, la modelo Coco Brandolini, el bailarín Roberto Bolle, el presentador Alessandro Cattelan y su mujer Ludovica Sauer, la periodista Irene Pivetti, Sabrina Negri y Dvora Ancona, entre otros. Muchos de estos son conocidos rostros de la escena italiana. Aunque también acudió Sergio Mattarella, presidente de la República, y el alcalde de Milán Giuseppe Sala, con Chiara Bazoli.
La Scala, templo de la lírica mundial, acogió esta adaptación de la novena obra de Giuseppe Verdi, estrenada en 1846 en el veneciano Teatro La Fenice, y lo hizo con éxito, como demostró la fuerte ovación del público al finalizar la actuación, que estuvo dirigida por Riccardo Chailly bajo la batuta de Davide Livermore. Unos aplausos que se prolongaron durante nada más y nada menos que 14 largos minutos. Además de la obra, los asistentes pudieron disfrutar del buffet que se sirvió, de cuya decoración se encargaron los socios fundadores de la Scala desde 2015, los diseñadores Dolce y Gabbana, que inundaron de frutas y flores el exclusivo edificio.
La aparición de Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo se produce tan solo veinte días después de que sus dos hijos, Stefano y Francesco, debutaran en el balcón de Palacio con motivo del Día Nacional de Mónaco. Fue la ocasión perfecta para que los más pequeños de la casa se dieran a conocer al gran público y dieran muestras de su espontaneidad y naturalidad. Para la ocasión, la esposa de Pierre Casiraghi fue fiel a su estilo y optó por la sobriedad con un conjunto marrón de sello italiano y un tocado de plumas.