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Está a punto de dar a luz a su segundo hijo y ha reaparecido radiante en un acto público. Carlota Casiraghi afronta la recta final de su embarazo, lo que no ha frenado sus ganas de unirse a un evento organizado por la fundación Príncipe Pierre, creada por el príncipe Rainiero III, en 1966, en homenaje a la memoria de su padre, que fue un gran mecenas de las artes y las letras. Luciendo su avanzado estado de gestación, Carlota presenció la entrega de premios anual que concede esta organización, que está presidida por su madre, la princesa Carolina. Precisamente ese mismo día, el jueves 4 de octubre, habían surgido algunos rumores que apuntaban a que la hija de la princesa Carolina ya había sido madre, aunque su asistencia a esta cita demostró que no había sido así.
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En la velada, celebrada en la Ópera de Montecarlo, en Mónaco, se entregaron los galardones a destacados nombres de la literatura y filosofía como Maurizio Serra, Sébastien Ministru y Jean-Luc Marion. No es de extrañar que Carlota acudiera a esta celebración pues es una auténtica apasionada de estas disciplinas, no en vano las estudió en el Lycée François Couperin, se graduó en la Sorbona de París e inició un proyecto, junto a su profesor de filosofía en el instituto Robert Maggiori, para organizar Encuentros Filosóficos en el Principado. Junto a Maggiori además publicó su primer libro, Laberinto de pasiones.
Recientemente Carlota hizo unas declaraciones acerca de la maternidad en la edición alemana de la revista Vogue, en las que reflexionaba sobre la relación madre e hijo. “Se da por hecho que todas las mujeres tienen instinto maternal (...). La maternidad es un aspecto de la relación con la otra persona, pero eso puede convertirse en odio o en amor. Sin embargo, no sólo hay dos opciones: la madre como un monstruo o la madre como una santa. La mayoría de mujeres están en un punto medio" comentaba. Junto con su pareja, Dimitri Rassam (se iban a casar este pasado verano, pero retrasaron su enlace debido a la llegada del pequeño), cuenta ya los días para tener en brazos a su pequeño, que se unirá en casa a su hijo Raphäel, fruto de su relación con el actor Gad Elmaleh.