Dentro de los discretos Casiraghi, que pronto ampliarán la familia con el nacimiento del segundo hijo de Carlota Casiraghi, ellos son lo más discretos todavía. Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo son los únicos que de momento no se han asomado al balcón del Palacio Grimaldi con sus hijos en brazos ni han participado con ellos en el Día Nacional. Sus apariciones, esto sí como todos los hijos de Carolina de Mónaco, se miden a cuentagotas pero cuando lo hacen no cabe duda. ¡Ellos son la pareja con más brillo del Principado!
Entre las eternas piernas de ella y la planta de él, una mezcla de porte aristocrático, elegancia italiana y ese punto de “lobo de mar” obtenido a base de horas de navegar, no pasan desapercibidos. El sobrino de Alberto II y su mujer, la periodista italiana de la familia Borromeo que ya había acudido esa misma mañana a otro desfile esta vez en compañía de su madre, acudieron anoche al desfile de Armani durante la Semana de la Moda de Milán e hicieron un paso por el photocall de esos que levantan suspiros.
La pareja, que protagonizó en las islas Borromeas una de las bodas más espectaculares de la última década en agosto de 2015, son padres de Stefano y Francesco, también intercambiaron alguna de esas miradas de las que sobra la explicación. Por otro lado, hay que recordar que Beatrice siempre ha sido una abanderada de la moda de su país y que fue precisamente Armani quien diseñó para ella el vestido de su boda religiosa, el que tenía un punto Grace Kelly, y el que se puso para esa misma noche, ese espectacular vestido en tul de seda con el que llegó a bordo de un antiguo yate de madera.
En una noche en la que la sorpresa corrió a cargo de Robbie Williams, que cantó en un show que se había dispuesto a modo de hangar que invitaba a los asistentes a despegar, no faltó tampoco Pauline Ducruet, prima hermana de Pierre y habitual de los desfiles de moda de Nueva York, París y Milán; Carlo Borromeo, hermano de Beatrice, y su mujer, la diseñadora Marta Ferri; y otros nombres de su entorno como la aristócrata italiana, Bianca Brandolini d’Adda.
El acento español en la noche italiana lo puso la actriz Blanca Suárez. “Nos morimos de emoción y de ganas de saltar y bailar”, escribió en su cuenta de Instagram en el momento en el que el cantante británico que formó parte de la banda Take That tomó el escenario.