Charlene de Mónaco, divina del brazo de su hermano
Sin el príncipe Alberto, pero con el apoyo de la familia Wittstock, la Princesa se dio cita con un elegante mono asimétrico de Ralph Lauren y un ‘pixie’ crecido en una de sus causas deportivas en el Montecarlo Yacht Club
Glamour y deporte casan bien en Mónaco. Los Premios Laureus, el Gran Premio de Fórmula 1 o la presentación de la segunda edición de la carrera Riviera Water Bike Challenge de este mismo fin de semana en el Montecarlo Yacht Club son buenos ejemplos de su afinidad. No suele faltar a ninguna de estas citas la princesa Charlene, la Sirena de Mónaco en los circuitos deportivos, que en una alfombra roja tras otra da constancia de la próspera relación. Este sábado la Princesa, divina del brazo de su hermano, se dio cita en la causa benéfica con un elegante mono asimétrico de Ralph Lauren, que en los últimos años se ha convertido en el comodín infalible de las fiestas, y un pixie, más crecido de lo acostumbrado, con raya al medio. Coronaba su deslumbrante puesta con unos pendientes y una pulsera de brillantes como únicas joyas.
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Diez meses después de verse obligada a renunciar a participar en la primera edición de la Water Bike Challenge, a causa de una lesión de la muñeca durante uno de los entrenamientos, Charlene de Mónaco ha mostrado otra vez todo su apoyo a la iniciativa con una cena benéfica, organizada por la Fundación que lleva su nombre, ante la proximidad de la segunda edición de la carrera de 21 kilómetros con bicis acuáticas. La Princesa, que hace dos semanas asistía en familia, con el príncipe Alberto y sus mellizos, los príncipes Jacques y Gabriella, al octavo torneo de rugby Santa Devota en el estadio Louis II, presidió esta gala en solitario, que no sola: la acompañaba su hermano Gareth Wittstock con su mujer, Roisin, y una nutrida delegación de los célebres embajadores de la Fundación.
Un gran equipo de campeones arrimaban el hombro como el buceador Pierre Frolla con su esposa, Mara; el ex jugador de rugby Francois Pienaar de Sudáfrica y su esposa, Nerine; el olímpico canadiense Alexandre Bilodeau, especialista en esquí acrobático; el nadador sudafricano Ryk Neethling, uno de los cinco ganadores de la primera edición de la WBCH; el saltador de trampolín canadiense Alexandre Despatie; el gimnasta monegasco Kevin Crovetto; el ex jugador de rugby de Inglaterra Simon Shaw y su homólogo argentino-italiano Luciano Orquera. La capitana llamaba a filas y el encuentro se saldó con una gran victoria: una recaudación de más de un millón de euros, como se anunció en su página oficial de Facebook.
La segunda edición de esta prueba ya tiene fecha y lugar. Los concursantes, a bordo de bicicletas flotantes, competirán el próximo 17 de junio de 2018 en la costa del Principado. Si no hay contratiempos de última hora que lo impidan, la princesa Charlene esta vez sí pedaleará y, según se ha anunciado recientemente, la leyenda australiana de natación Ian Thorpe, apodado Thorpedo, también participará, lo que garantiza toda la emoción. Pero los seguidores de la princesa Charlene solo tienen ojos para ella y se preguntan: ¿Será rival para nuestra Sirena de Mónaco?