Las miradas se fijaron en la invitada más esperada y en su mano izquierda. Y es que el complemento que hizo brillar a Carlota Casiraghi en el reciente Baile de la Rosa en Mónaco se encontraba de nuevo en su dedo anular. La hija de la princesa Carolina lució en su reaparición pública tras esta importante cita familiar la misma sortija que sería la que confirma su compromiso con Dimitri Rassam que, sin embargo, no desfiló con ella en esta ocasión por la alfombra azul. La fiesta Mont Blanc mostró a una Carlota sonriente, con esa discreta elegancia innata impregnada en su conjunto de pantalón y cuerpo de lentejuelas en color negro, solo roto por el brillo de los anillos que lucía en las manos y sus pendientes.
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El fabuloso solitario engarzado en oro cobraba así su merecido protagonismo, mientras saludaba al resto de invitados entre los que estaban los actores Hugh Jackman, Chloë Sevigny y Milla Jovovich, que protagonizó un beso de película con su marido Paul W. S. Anderson, además de la cantante Rita Ora, entre otros. No hubo en esta ocasión imagen de Dimitri con su Carlota, algo que sí ocurrió hace poco más de una semana en una de las citas anuales más relevantes de Mónaco. Se les esperaba juntos y no defraudaron.
Fue esta foto de pareja la mejor confirmación de su futura boda, un enlace que anunció la revista ¡HOLA! y que se celebrará este verano probablemente en la isla de Pantellería, donde la madre del novio, Carole Bouquet, posee una propiedad sembrada de viñedos. Esta boda pone el broche de oro a una relación que se hizo pública en junio de 2017, cuando la hija de la princesa Carolina presentó oficialmente a su novio en el Concurso Internacional de Saltos, donde este compartió palco con su futura suegra. Demostraron entonces que tenían una buena sintonía.