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Ha sido, con permiso de su cuñada, Carlota Casiraghi, la otra gran protagonista de la edición de este año del Baile de la Rosa. Beatrice Borromeo hizo este sábado una entrada triunfal en la Salle des Etoiles del Sporting Club de Montecarlo. Del brazo de su marido, Pierre Casiraghi, la italiana deslumbró con su presencia. Estaba especialmente radiante y el matrimonio hizo gala, una vez más, de lo enamorado que está con constantes muestras de complicidad y gestos de cariño. Muy atento, el hijo de Carolina de Mónaco estuvo muy pendiente de su mujer. La elección de su vestido, en color negro, y una nueva figura en la que se entrevé lo que parece una incipiente tripita de embarazada hicieron que todos los flashes se centrasen en ella.
Beatrice Borromeo, muy conjuntada con Pierre, acudió a la gran cita de Mónaco con un diseño de tirantes, con escote en forma de corazón y realizado en terciopelo. El traje tenía una original cola con volantes. El hecho de que sea oscuro y esté confeccionado en un tejido grueso podría indicar la intención de querer ocultar una posible gestación. Además, algunas de las imágenes muestran una sospechosa curva en su tripa. Sobre todo es patente en una en la que aparece de perfil y en otra en la que posa, con cariño, su mano sobre el vientre, ante unos divertidos Pierre y Alejandra de Hannover.
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Los rumores que apuntan a que el matrimonio estaría esperando su segundo hijo saltaron a primeros de 2018 después de que la revista italiana Chi publicase que la pareja podría darle un hermanito o hermanita a su hijo Stefano, que nació el 28 de febrero de 2017. Desde entonces, las especulaciones se han hecho cada vez más intensas y el Baile de la Rosa podría haber sido el escenario elegido por la periodista para mostrar su nueva silueta premamá. A esta nueva figura que luce, se le suma el hecho de que el pasado enero luciese un voluminoso plumas en Saint- Moritz, lugar donde pasó unas vacaciones de Año Nuevo con Pierre. En ese viaje, en lugar de esquiar, prefirió dar paseos y hacer compras, algo que desató las especulaciones. Los rumores sobre su posible embarazo también se intensificaron la semana pasada cuando ella se ausentó de la boda de Alessandra de Osma y Christian de Hannover, a la que sí acudió su marido.
De confirmarse la noticia, los Grimaldi vivirían una primavera de lo más feliz. En unos días se espera, si no se ha producido ya, el nacimiento del tercer hijo de Tatiana Santo Domingo y Andrea Casiraghi, lo que explicaría que se hayan ausentado de la velada más glamourosa de Montecarlo. Quizá en unos meses, la princesa Carolina de Mónaco podría convertirse en abuela de nuevo, de una niña, según apunta la prensa italiana fruto del amor entre su hijo Pierre y la bella Beatrice.
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