Alberto y Charlene de Mónaco, los perfectos ayudantes de Papá Noel por un día
La pareja asistió, junto a dos de sus sobrinos, a la tradicional entrega de regalos a los niños del Principado. Los grandes ausentes fueron sus dos hijos, Jacques y Gabriella
Es toda una tradición desde que en 1956 la princesa Grace decidió, por primera vez, reunir a los niños monegascos en el Palacio Grimaldi y entregarles regalos, en presencia del mismísimo Papá Noel y de varios árboles de Navidad. Alberto de Mónaco y el resto de su familia han continuado, año tras año, con esta bonita costumbre que llena de ilusión y alegría a los más pequeños. Este año se ha rodeado de su mujer, la princesa Charlene, y de dos de sus sobrinos, Camille Gottieb y Louis Ducruet- ambos hijos de Estefanía de Mónaco-, quienes no suelen perderse esta cita.
A diferencia del año pasado, cuando el matrimonio llevó a los pequeños Jacques y Gabriella a disfrutar de la tradicional fiesta infantil y el posterior reparto de regalos, en esta ocasión, se convirtieron en los grandes ausentes de la celebración. Puede que sus padres decidieran protegerles del frío y que también influyera el hecho de que, hace justo un año, Gabriella rompió a llorar y ante los vanos esfuerzos de su madre por calmarla, finalmente fue llevada a casa. Tanto Alberto de Mónaco como su mujer pensaron que lo mejor es que los mellizos no acudieran a la tradicional fiesta navideña.
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La pareja y sus dos sobrinos disfrutaron entregando regalos y sonrisas a los centenares de niños que se desplazaron hasta el Palacio. Todos ellos ejercieron de perfectos ayudantes de Papá Noel y pudieron tomarse fotografías con ellos. La princesa Charlene eligió para la ocasión unos pantalones de punto beige, unas botas altas de tacón negras a juego con los guantes, un suéter gris y una navideña capa roja con un detalle en el cuello que le daba un toque de lo más chic y elegante. Por su parte, su marido mostró su imagen más simpática y festiva con un divertido gorro rojo y una corbata verde con estampado de dibujos animados con motivos navideños.
La familia dio así la bienvenida a la Navidad junto a los más pequeños del Principado y a varios personajes de Disney, tales como los ratoncitos Mickey y Minnie, vestidos para la ocasión con trajes de color rojo. La mayoría de los niños monegascos también recurrió a los gorros y capas rojas para integrarse completamente con la escena festiva que más bien parecía la de un auténtico cuento de Navidad. Ningún niño se quedó sin su regalo, tal y como ocurre en otras de las tradiciones que sigue la familia en esta época navideña, pues los Grimaldi suelen aprovechar estos días para llevar regalos a los pequeños hospitalizados, visitar a los ancianos en las residencias de la tercera edad o celebrar un torneo de fútbol, todo para llenar de felicidad a sus conciudadanos.
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