Aunque son uno de los matrimonios de la realeza más envidiados y enamorados, Beatrice Borromeo y su marido, Pierre Casiraghi, hijo de la princesa Carolina de Mónaco, también les gusta hacer planes por separado y disfrutar de sus aficiones y amistades. Como les ocurre a muchas parejas, algunas veces sus compromisos personales coinciden en las mismas fechas y por eso, en esta ocasión, han hecho planes bien distintos y en países diferentes. Mientras la guapa italiana hacía una escapada a Estocolmo, su marido se ha ido de regata a Palermo.
Beatrice Borromeo se ha ido hasta Suecia para acudir a la boda de una de sus compañeras de estudios Erika Widegren, de 33 años, que se ha casado con Axel Staël von Holstein, de 36. Los novios normalmente residen en Bruselas, aunque han decidido casarse en Suecia y forman parte de la alta sociedad europea. La ceremonia ha tenido lugar en la iglesia de San Jacob en el centro de Estocolmo, según han publicado medios suecos.
La mujer de Pierre acudió al templo acompañada por otras amigas y llevó un vestido rosa empolvado, zapatos al tono y su cabello lo recogió en una coleta. Para mitigar el frío y la lluvia la guapa italiana se protegió con un chal blanco, eso sí, sin perder la sonrisa a pesar del tiempo. La novia llevó un vestido blanco de encaje con volantes y en lugar del tradicional velo optó por decorar su cabello con un moño y unas flores rojas.
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La ceremonia ha sido de lo más cosmopolita ya que había invitados de Francia, Bélgica y Mónaco. Antes del enlace, los novios quisieron hacer una fiesta preboda con sus familiares y amigos en el restaurante Ångbåtsbryggan en pleno centro de Estocolmo donde vimos a Beatrice, que llegó una hora después que el resto de invitados, asegura la prensa local, con un vestido de rayas y un abrigo marrón que acompañó de una bailarinas estampadas y un clutch.
Mientras Beatrice disfrutaba de la boda de su amiga, a muchos kilómetros, en su Italia natal, estaba su marido en la regata de Palermo, donde pudimos verle vestido con gorra y camisa blanca. Pierre ha demostrado que es un enamorado del mar, pasión quizá heredada de su padre. Precisamente este verano hemos podido ver a la pareja disfrutando de las regatas en Mallorca donde causaron sensación por su estilo, atractivo y cercanía. La pareja se casó hace dos años en una romántica ceremonia y en febrero de este mismo año nacía su hijo Stefano que venía a colmar la felicidad del matrimonio que no acompañó a sus padres ni a Suecia ni a Italia.