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Hay trajes que tienen varias vidas como el que Carlota Casiraghi lució este fin de semana en el Baile de la Rosa. Un vestido de noche que podría ser de la nueva colección de Chanel, pero que tiene sus casi 20 años. Y es que se trata uno de los muchos de la maison que la princesa Carolina atesora en su armario. El bonito diseño de Karl Lagerfeld, de profundo escote y falda de seda con superposición de gasa y estampado de flores, parece muy actual aunque tiene un pasado: otro momento de gloria antes de que Carlota, guapísima con la melena ondulada peinada hacia un lado, los labios pintados de rojo y tal vez también con la sangre revolucionada en honor a la primavera -ha sido fotografiada recientemente con el productor Dimitri Rassam, hijo de la actriz francesa Carole Bouquet-, se decidiera a sacarlo a bailar este sábado en el Sporting de Montecarlo.
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Carlota Casiraghi y su 'amor' por el cine
¿Quién es Dimitri Rassam, el nuevo acompañante de Carlota Casiraghi?
Carolina de Mónaco se lo puso en varias ocasiones especiales en el año 2000 y los inmediatamente siguientes. Y, casualidades de la vida, una de esas primeras veces, si no la primera, fue con motivo del Foro de la Danza, donde coincidió con Carole Bouquet, su gran amiga. La elección del vestido precisamente ahora no parece tan casual. Algunos han visto señales trascendentales en la decisión del atuendo, que perteneció a la Princesa. A los buenos entendedores les basta el gesto para comprender que la verdadera razón de que lo llevara Carlota cerca de dos décadas después de su estreno era poner de manifiesto que la buena relación entre su madre y la actriz, que era foto de cada día en el papel cuché de la época, se extiende a las nuevas generaciones.
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