Un 'príncipe' del rock para una 'princesa' Grimaldi, descubre al 'yerno' de Alberto de Mónaco
La hija de Alberto de Mónaco se deja ver compartiendo besos y comentarios cariñosos con el modelo y rockero Ian Mellencamp
Hija ilegítima de Alberto de Mónaco y nieta de los príncipes Raniero y Grace, Jazmin Grace Grimaldi es una “princesa” atípica. No tiene título, ni un lugar reservado en la vida oficial de Mónaco, tampoco ostenta ningún derecho sucesorio y creció fuera del Palacio Grimaldi. Quizá por eso, esta joven criada en Palm Springs (California) tiene una vida algo diferente a las “royals” europeas. ¡Está enamorada de un “príncipe” del rock!
Además de por las apariciones que ha hecho en la vida pública de Mónaco y por alguna entrevista que ha concedido, de los gustos y aficiones de Jazmin Grace se ha conocido gran parte a través las redes sociales. Si gracias a ellas descubrimos que tiene una voz portentosa para el ‘soul’ y que acompaña a su prima Paulina Ducruet a eventos del mundo de la moda en Nueva York, ahora se deja ver compartiendo besos y comentarios cariñosos con Ian Mellencamp, modelo de éxito y estrella del rock.
La hija del Príncipe ya ha acudido a unas cuantas galas en Nueva York -entre ellas la de Gabrielle's Angel Foundation, a la que acuden desde la familia Kardashian hasta la princesa Beatriz de York o el actor Hugh Jackman- y posado en varios photocall con este músico que es sobrino de John Mellencamp, conocido también como John Cougar, un cantante, compositor y guitarrista de rock estadounidense con una larga trayectoria y con una sonada relación con la actriz Meg Ryan.
The New York Times publica que Ian se trasladó a Nueva York para perseguir su carrera como modelo, algo que no se le dio nada mal, ya que trabajó para grandes firmas y compartió cartel con modelos de la talla de Gigi Hadid o Toni Garrn. Sin embargo, finalmente terminó decantándose por una carrera musical, una industria en la que Jazmin Grace Grimaldi busca abrirse hueco.
La hija de Alberto de Mónaco se descubrió en la primavera de 2015 como una de las artistas emergentes de los locales de música en directo de Nueva York. “Enamórate de Jaz” era el cartel que se colgaba para anunciar sus actuaciones en los clubs de música desde donde se lanzan nuevos talentos. Eso sin olvidar que ha heredado la pasión por el cine de su abuela -la princesa Grace, antes la oscarizada Grace Kelly- y que ya se ha subido a algunos escenarios, como el del legendario teatro The Duplex, en el barrio de Greenwich Village, en donde al principio de sus carreras se dejaron ver Woody Allen, Joan Rivers o Bárbara Streisand.
Ian y Jazmin celebraron juntos el pasado San Valentín y acuden a citas del mundo de la moda, la música y el arte, disciplinas por las que ambos se siente atraídos, incluso él fue uno de los músicos que actuó para Pedro Almodóvar en el homenaje que el MOMA le rindió en el año 2011.
La joven, que acaba de cumplir los 25 años, es fruto de la breve relación de Alberto II con la excamarera californiana y actual agente inmobiliaria Tamara Rotolo durante unas vacaciones en 1991 en la costa Azul. Jazmin se creció en los Estados Unidos, igual que la pricesa Grace, lejos de los focos y del entorno palaciego; aunque siempre supo quién era su padre no reveló a nadie el secreto.
Fue con 11 años cuando Jazmin conoció al príncipe Alberto por primera vez en una visita a Mónaco, un viaje que marcó un punto de inflexión y redefinió la relación con su padre. “Quería conocerle y que me conociera. Al no haber tenido esa figura alrededor, le extrañaba. Es maravilloso que pasara cuando pasó y hemos estado disfrutando nuestra relación desde entonces”, contó ella misma en una entrevista a Harper’s Baazar en el año 2015.
Tres años después de ese encuentro, en 2006, fue cuando el soberano monegasco la reconoció oficialmente sin derechos dinásticos, al haber nacido de una relación extramatrimonial. “Tenía 14, me estaba preparando para ir a la escuela de secundaria, cuando saltó la noticia en los medios de comunicación de que mi padre tenía una hija y de que era yo. Es un momento difícil para cualquier adolescente y me tuve que adaptar a esa atención. Pero yo sabía que ocurriría algún día”.