Charlene de Mónaco se zambulle de nuevo en la vida oficial por su causa favorita
La sirena de Mónaco, ex campeona olímpica, presidió el lanzamiento de su fundación en Estados Unidos para promover la educación y la seguridad en el agua
Charlene de Mónaco no probaba la agenda principesca desde hacía varias semanas (su última aparición con el príncipe Alberto fue el pasado 18 de abril en la 110ª edición del Master de Monte-Carlo Rolex en la que Rafa Nadal se alzó con su novena victoria). Hasta ayer que, después de un nuevo tiempo de secano en las grandes citas y compromisos de la Corte (por estar a entera disposición de sus mellizos, los jefes, Jacques y Gabriella), se zambulló de nuevo sin pensarlo en la vida oficial por su causa favorita: su compromiso con el bienestar de los niños a través del deporte.
La sirena de Mónaco, ex campeona olímpica, se tiró de cabeza (y de corazón) al lanzamiento de su fundación en Estados Unidos con un acto muy especial en la Casa de Playa de la Comunidad Annenberg en Santa Mónica (California) para promover el aprendizaje de la natación a través de varios programas de seguridad en el agua. Junto con los atletas olímpicos estadounidenses Greg Louganis y Dara Torres, la Princesa se dio un baño de masas, esta vez en la piscina con 40 niños de la zona, con edades comprendidas entre 8 y 13 años, privilegiados destinatarios de sumaster class. Cambió el neopreno de sirena bella por un vestido de princesa con glamour (a la altura del que se les presupone a las damas reales del Principado)al témino de su lección acuática para recibir la proclamación del alcalde de Santa Mónica, Tony Vázquez, que marcaría el bautismo de su fundación en Estados Unidos.
"En todo el mundo, miles de vidas inocentes se pierden trágicamente por ahogamiento cada año. Estoy aquí para compartir con ustedes cuántas vidas estamos salvando. Y cuántas más podemos salvar, simplemente mediante la formación de formadores y centrándose en una sola persona, una familia y una comunidad a la vez. Después de tantos años enseñando a niños de escasos recursos para que adquieran las técnicas básicas de seguridad en el agua y alrededor de los ambientes acuáticos, sólo puedo decir que las ideas simples son a menudo los más eficaces", dijo la princesa Charlene.
Para socorrer el naufragio estadístico, la princesa Charlene creó su fundación en 2012, que ha puesto en marcha una misión internacional de tres niveles centrada en los programas de aprendizaje a nadar, de seguridad en el agua y de educación en el deporte, con especial atención a niños y jóvenes (independientemente de sus orígenes, cultura y demás circunstancias), y en la organización de competiciones deportivas de aficionados que fomenten estilos de vida saludables y activos, el valor de la amistad y el espíritu de trabajo en equipo y juego limpio.
Unos valores que inundan “la ética personal de la princesa Charlene, cuya dedicación a la seguridad y el bienestar de los niños es verdaderamente admirable y digna de aplauso", ha reconocido la embajadora monegasca en Estados Unidos, Maguy Maccario Doyle, una de los directivos de la fundación estadounidense de la Princesa, junto a la presidenta de la Fundación Annenberg, Wallis Annenberg; Greg Louganis, campeón olímpico y mundial de buzo, y Dara Torres, olímpica y campeona mundial de natación. El mejor equipo de inmersión en la misión.
Hoy, reacios a despedirla tan pronto, le rendirán merecido homenaje en el prestigioso Centro de Música de Blue Ribbon de Los Ángeles con un almuerzo especial en el Dorothy Chandler Pavilion en el que le harán entrega de un premio conmemorativo en reconocimiento a su compromiso con el enriquecimiento de la vida de los niños y en celebración del lanzamiento de su fundación allí. Los largos oficiales de la Princesa siempre se hacen cortos.
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