Carlota Casiraghi, más 'royal' que nunca

Compartió velada con Astrid de Bélgica en Bruselas como invitada estelar de la asociación FXB International, dedicada a combatir la pobreza en todo el mundo

Por hola.com

Ha vuelto la princesa que hay en Carlota Casiraghi. Su agenda, que en los últimos meses ha estado comprometida prácticamente en exclusividad a su hijo Raphaël -fruto de su relación con Gad Ellmaleh- y a su nuevo amor, el director de cine Lamberto Sanfelice, con contados reservados a citas cinematográficas, filosóficas y ecuestres, así como a sus obligados compromisos como imagen de, vuelve a acoger una gala internacional con fines benéficos y, además, con patrocinio regio.

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Carlota Casiraghi viajó el pasado sábado a Bruselas para asistir en el hotel Le Plaza a la cena organizada por la asociación FXB International, dedicada a combatir la pobreza en todo el mundo. Ella, que ostenta como único título el de princesa más bella, coprotagonizó la ocasión como pocas otras veces -la Boda Real de Alberto y Charlene de Mónaco, la cita de polo con Su Majestad en Reino Unido y alguna más- con la realeza de título. Y es que la sobrina de Alberto de Mónaco, más royal que nunca -no sólo como embajadora del glamour Grimaldi, sino también como defensora de los valores reales (los que realmente importan)-, compartió velada con Astrid de Bélgica, hermana del rey Felipe y, al igual que ella, invitada especial de esta buena causa social.

Ambas damas reales congeniaban perfectamente. Se mostraron encantadas de verse y, desde el mismo instante en el que se saludaran estrechándose la mano ante la presencia de la anfitriona de la gala, ya no se separaron en largo rato. Carlota y la Princesa de los Belgas, responsable de las misiones económicas del reino belga, hablaron y hablaron y hablaron con sumo interés y en confianza durante su fluido encuentro.

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Carlota Casiraghi, eminente representante de la nueva elegancia de Mónaco, volvió a demostrar por qué. Se superó descubriendo a los garantes de la moda que no hay combinaciones reales imposibles. Conjuntó un vestido azul noche de hombros metidos con los complementos –lazo a modo de cinturón, medias tupidas y zapatos de plataforma y pulsera- en negro. Imprimió su sello personal al estilismo con su rouge de labios de (casi) siempre, que ahora impera también en las apariciones oficiales de la princesa Charlene, y sus pocas, pero exquisitas joyas. Astrid de Bélgica estuvo a la altura con poderío regio: un vestido brocado con falda asimétrica, chaqueta corta de visón, zapatos T-bar y pendientes largos de topacios en cascada.

La asociación FXB es especialmente apreciada por Carlota Casiraghi ya que fue fundada por su madrina, la condesa Albina du Boisrouvray. La aristócrata, emparentada con los Grimaldi, creó la asociación en 1989 en memoria de su único hijo, el piloto François-Xavier Bagnoud, que perdió la vida con 24 años de edad durante la celebración del rally Paris-Dakar, mientras seguía la carrera en helicóptero en compañía de su organizador, Thierry Sabine y el cantante Daniel Balavoine, ambos también fallecidos.

"Mi hijo Francois se dedicó a rescatar a otras personas. Como piloto de helicóptero, el rescate era su trabajo y también su misión en la vida. Cuando murió, quise mantener viva la memoria de Francois, promoviendo las cosas que le apasionaban y ayudando a que huérfanos y otras personas superen la pobreza extrema, en diferentes lugares del planeta. Así nació FXB: con la meta última de lograr la paz y la seguridad en el mundo, enfocándonos en la niñez, la juventud y las mujeres", declara su fundadora, Albina du Boisrouvray. Una misión que reclama la princesa real que hay en Carlota Casiraghi.

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