Carolina de Mónaco es sinónimo de elegancia pero está "en contra de los mandatos de la moda", según declaró a la agencia AFP durante la celebración del Festival de Moda y Fotografía de Hyères. “Antes había principios que respetar que hoy ya no existen, por ejemplo, no usar zapatos blancos después del 1 de septiembre, diamantes antes de las cinco de la tarde, la necesidad de que el calzado y la cartera hicieran juego o salir de casa con guantes… todo era objeto de código, ahora hay otras libertades”, añadió.
La princesa, miembro del jurado de este festival, recordó a Gracia de Mónaco al hablar de moda. “Mi madre jamás usó pantalones vaqueros en toda su vida. Tal vez mi generación fue la primera en haber tenido acceso a la libertad en materia de moda. Por primera vez hubo ropa para los jóvenes, todo comenzó en ese momento, a finales de los años 1960, principios de los 70. Antes, las chicas eran como un molde, iguales a la madre”, dijo.
Carolina de Mónaco reconoció que no sabría definir su estilo. “Realmente no lo sé, lo que es divertido es ser capaz de cambiar. Pero debo admitir que busco la comodidad a la hora de vestir”, aseguró.
Carolina de Mónaco está viviendo un gran momento personal que se refleja en su cara. La princesa rebosa felicidad y no es para menos. Hace tan solo unos días se convirtió en abuela por tercera vez con la llegada de India, la segunda hija de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo. Además, Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo han fijado la fecha de su boda para el verano. A sus 58 años, Carolina ha conquistado la felicidad en su madurez.