Desde que el pasado 10 de diciembre Jacques y Gabriella de Mónaco vinieron al mundo, sus padres pusieron su agenda a disposición de los recién nacidos y advirtieron que desde ese momento ellos eran “los jefes”. Cuando no se han cumplidos los cuatro meses del nacimiento, la Princesa Charlene continúa volcada en ellos mientras ultima sus próximos compromisos con los monegascos.
La doble maternidad ha hecho que las apariciones de Charlene se midan con cuenta gotas, motivo por el cual muchos estaban deseando ver una radiante aparición de la Princesa en el último Baile de la Rosa. Sin embargo, la tos que padecía la pequeña Gabriella impidió que la mamá disfrutara de la noche monegasca.
Para Charlene la tradicional gala benéfica siempre había estado marcada en rojo en su calendario y sólo se la había perdido en una ocasión, cuando en el 2011 el fallecimiento de la princesa Antoinette vistió al principado de luto y la pareja delegó su presencia los hermanos Casiraghi.
Aunque su aparición era muy deseada, lo cierto es que Charlene se había dejado ver en público hace poco tiempo, en un evento de la fundación que lleva su nombre. Y es que ni la maternidad ha conseguido apartarla de su compromiso social con los niños y el deporte.
El pasado 19 de febrero y junto al príncipe Alberto, la exnadadora dio a conocer un programa que dará la oportunidad de que niños sudafricanos con pocos recursos participen en torneo de Rugby de Santa Devota. Un evento que tendrá lugar el próximo 11 de abril en Mónaco y con el que la Princesa siempre se ha entregado, hasta el punto de perderse el enlace de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo para estar presente el año pasado en la cita deportiva.
Por si fuera poco y entre biberón y biberón, Charlene tiene mucho que planificar ya que, según cuenta París Match, la Princesa está siguiendo muy cerca los preparativos y detalles que rodean al bautizo de los mellizos -que tendrá lugar el próximo 10 de mayo- y que incluye el designar, junto a su esposo, a los padrinos y madrinas. Un auténtico rompecabezas.
A esta organización, el mismo medio francés advierte que se suma la planificación de la próxima gala de la Fundación Princesa Grace. Toda una responsabilidad para ella y más si tenemos en cuenta que hasta ahora se celebraba en Estados Unidos y que por primera vez -el próximo mes de septiembre- se llevará a cabo en Mónaco, reuniendo a lo más destacado de la sociedad internacional.
Aunque pueda parecer que los mellizos y las labores benéficas –siempre una prioridad para la familia- se reparten todas las atenciones de la Princesa, lo cierto es que ella parece saber sacar tiempo para todo. París Match advierte que Charlene también se encargó del último cumpleaños del Príncipe, recibiendo en Palacio a más de un centenar de invitados.
Muchas citas se agolpan en la agenda de la mamá del Príncipe Heredero de Mónaco (Jacques) y de la Duquesa de Carladés (Gabriella), todo ello sin olvidar los grandes acontecimientos que tendrán lugar en la familia Grimaldi en los próximos meses: el nacimiento del segundo hijo de Andrea Casiraghi, la boda de Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo y la celebración de los diez años de Alberto II como soberano monegasco.