Alberto de Mónaco se ha abierto y ha recordado su infancia junto a sus padres. El Príncipe ha hablado acerca de su "muy cariñosa" madre, la princesa Grace, y de los valores que tanto ella como su padre, el príncipe Raniero, le inculcaron siendo niño. El Príncipe, que daba el pasado 10 de diciembre la bienvenida al mundo a sus mellizos, los príncipe Gabriella y Jacques -este último Heredero al trono monegasco-, comentó estando en el Foro Económico Mundial en Davos -momento de la entrevista que se transmitirá hoy en exclusiva en Conversación con Tania Bryer en el canal CNBC- que encontraba "gratificante" ver el legado que la querida Princesa había dejado tras su prematura muerte en 1982.
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Cuando se le preguntó cómo recordaba a su madre, el príncipe Alberto dijo a la cadena de televisión americana CNBC que primero y por encima de todo pensaba que era una "madre muy, muy cariñosa". Añadió: "Aún todavía hoy veo tantas vidas que tocó por todo el mundo. Gente que la conoció, incluso personas que no la conocieron. Las generaciones más jóvenes han aprendido a conocerla y a descubrir lo que ella hacía”. "Creo que siempre es muy gratificante influir en la gente de una manera muy significativa y ella tenía ese don. Tenía el espíritu, el corazón y la generosidad". El príncipe Alberto no fue parco en elogios a su madre, que concluyó diciendo: "Sé que todos somos mejores personas para tenerla en nuestras vidas".
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El Príncipe también aludió a los valores que sus padres le enseñaron de niño y dice que establecieron un “tremendo ejemplo” que intenta seguir todos los días. “Los valores humanos comunes a todos: tratar de cuidar a otras personas, de atender las necesidades de la gente y de escuchar al otro… no sólo sus pensamientos o sus problemas, sino también sus anhelos y esperanzas”. “Eso es lo que intento hacer cada día y creo que la generosidad, el corazón y el espíritu que siempre mostraron mis padres es un tremendo ejemplo. No sólo para mis hermanas y para mí, sino para toda la familia, pero también espero que para mucha gente en Mónaco y más allá de nuestras fronteras”.
El Príncipe, que acudió al Foro Económico Mundial para participar en dos coloquios sobre la salud de los océanos y dijo que los problemas ambientales eran "muy queridos a mi corazón”, volvió a compartir agenda después de varios compromisos oficiales en solitario con la princesa Charlene, que está centrada en su recién estrenado papel de madre. La pareja celebró un cóctel privado para recaudar fondos a favor de la fundación de la Princesa en su segunda aparición oficial juntos tras el nacimiento de sus mellizos. La nueva mamá había reaparecido junto a su marido con motivo de la festividad de Santa Devota.