Desde este fin de semana y hasta el próximo 25 de enero, Mónaco se llena de acróbatas, mimos, payasos, músicos y domadores en el Festival Internacional de Circo de Montecarlo, el gran evento circense que cada año cuenta con la presencia de varios miembros de la Familia Real monegasca. En esta edición, por el momento, la princesa Estefanía no ha querido perderse ninguna de las sesiones, y si bien a la ceremonia de apertura del jueves acudió junto al príncipe Alberto, radiante tras su reciente paternidad, los dos días siguientes ha estado aún mejor acompañada por su hija, Camille Gottllieb, y ayer domingo además por su otra hija, Paulina Ducruet.
La menor de las hijas de Estefanía de Mónaco también parece haber heredado la pasión por el circo de su madre, que año tras año demuestra ser la más fiel seguidora de este certamen. Y no sólo comparten la afición por este espectáculo: en los tres días que Camille ha acompañado a su madre al festival ha mostrado un estilo similar al de Estefanía. Eso sí, dándole su toque personal, fresco y juvenil.
A sus 16 años, Camille Gottlieb apuesta por unos conjuntos cada vez más maduros y estilosos que la van consolidando como una digna sucesora del estilo Grimaldi. Para su primer día en el circo este año Camille optó, al igual que su madre, por el color negro, la falda a la altura de la rodilla, melena recogida y pintalabios rojo. Mientras que Estefanía se decantó por un outfit algo más clásico, su hija demostró que sigue las últimas tendencias con un vestido encorsetado con bordados dorados en el escote y unos altísimos zapatos abotinados de tacón. El sábado Camille volvió a apostar por un conjunto negro, combinado en esta ocasión con una chaqueta con estampados geométricos en tonos rojizos. Pero fue el domingo el día que más expectación causó con un look de zarina, un abrigo tres cuartos de color blanco y un gorro negro de piel, con el que recordaba a la propia Grace de Mónaco.
Se disputó esta vez el título de la más guapa del reino con una dura rival, su hermana mayor. Paulina Ducruet, que se dejó ver únicamente en el espectáculo del domingo, también hizo alarde del estilo y la belleza familiar como nos tiene acostumbrados en cada una de sus apariciones. La joven lució para la ocasión un look minifaldero bicolor, en blanco y negro, igual que su hermana y su madre. Como ellas, Paulina no suele acudir a los eventos palaciegos, pero es habitual asistente a este festival circense de gran tradición. El festival durará todavía una semana más, por lo que es muy probable que antes de la clausura volvamos a ver a la Princesa, quizá con otros miembros de la familia, disfrutando de la magia del circo.
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