El pasado 7 de enero la familia Grimaldi vivió la presentación oficial de los príncipes Jacques y Gabriella, un día histórico que pocos quisieron perderse. Sin embargo, la ausencia de una de las más bellas de la casa, Paulina Ducruet, se hizo notar en los balcones del Palacio, y es que la hija de la princesa Estefanía de Mónaco lleva desde entonces descubriendo China.
¡Y de Palacio en Palacio y tiro porque me toca! Una de las primeras paradas de la que ha querido dejar constancia Paulina durante su viaje ha sido la Ciudad Prohibida de Pekín, el que fuera el hogar de los emperadores chinos durante casi 500 años.
La Gran Muralla es otra visita obligada que la nieta de Rainiero de Mónaco y Grace Kelly no ha querido perderse, igual que el skyline nocturno de una de las ciudades más modernas y pobladas del mundo, Shanghái.
Cosmopolita y amante de los viajes -los más recientes fueron a Isla Mauricio y a Mikonos- Pauline Ducruet no ha desvelado el motivo de su viaje. Sin embargo, teniendo en cuenta que el pasado mes de octubre la firma cosmética Lancaster la fichó como su nueva imagen para el mercado asiático, es probable que la hija de la Princesa y Daniel Ducruet haya viajado por motivos de trabajo, y que muy pronto se desvele una campaña muy esperada, tanto en Asia como en Europa.
Paulina se pondría así manos a la obra después de las vacaciones de Navidad, unas fiestas que ha pasado en el Principado en compañía de su madre y de sus hermanos, Louise y Camille, y durante las cuales pudo estar presente en la misa que se celebró en Mónaco con motivo del nacimiento de sus nuevos primos, el Heredero marqués de Baux y la condesa de Carladés. El fin de año fue el momento que Paulina eligió para pasar en compañía de su novio, Maxime Giaccardi, y de sus amigos, con los que compartió la última cena del 2014.