Charlene de Mónaco: ¿es la misma que todos conocemos?

Los príncipes Alberto y Charlene vivieron con pasión, nervios y emoción las competiciones de natación de estos Juegos Olímpicos de Londres

by hola.com
Cuando Charlene de Mónaco está en una piscina o cerca de una, parece otra. Risueña, feliz, divertida, enamorada... Y es que los Juegos Olímpicos de Londres no están siendo otro acto de representación sin más para la princesa Charlene, sino la mejor ocasión para pasárselo divinamente sin tiranteces protocolarias que valgan. La Princesa de Mónaco se perdió junto a su marido, el príncipe Alberto, como cualquier otro hincha de pro, en un laberinto de emociones durante varias de las competiciones de natación que se han disputado en el Centro Acuático de la ciudad olímpica. Pero en la que se desataron, contagiados por el frenesí olímpico, y brindaron un espontáneo y entusiasta derroche de afición, desde la expectación y los nervios hasta la euforia, con brazos en altos y saltos incluidos, fue en la final masculina de mariposa de 200 metros y tras la victoria del compatriota de la Princesa el nadador sudafricano Chad Le Clos, que arrebató el oro con un tiempo de 1:52.96 al gran favorito, el laureadísimo estadounidense Michael Phelps. Competían los mejores y reunieron en las gradas a espectadores de lujo: además de Alberto y Charlene de Mónaco, a los miembros de la familia del Gran Ducado de Luxemburgo, incluida a la condesa Stèphanie de Lannoy. Pero esa es otra historia.
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Los Juegos Olímpicos de Londres no están siendo otro acto de representación sin más para Alberto y Charlene de Mónaco, sino la mejor ocasión para pasárselo divinamente 
Alberto y Charlene de Mónaco, como hinchas de pro, se perdieron en un laberinto de emociones durante varias de las competiciones de natación 
La princesa Charlene fue todo expresividad y los nervios también asomaron a su rostro 
Que el deporte une pudo comprobarse al contemplar a Alberto y Charlene de Mónaco abrazados en las gradas del Centro Aquático de Londres, ajenos a todas las miradas
 
Alberto y Charlene de Mónaco, muy acaramelados durante estas competiciones 
Charlene de Mónaco animó a su compatriota con todas sus fuerzas 
La princesa Charlene saludó desde las gradas al equipo de Sudáfrica 
Alberto de Mónaco felicitando desde las gradas al equipo sudafricano, ante la eufórica mirada de la princesa Charlene 
Alberto de Mónaco se contagió de la alegría de su mujer, la princesa Charlene, y festejó con ella la victoria del nadador sudafricano 
Charlene de Mónaco celebró con verdadera euforia el triundo de su compatriota el nadador sudafricano Chad Le Clos, que consiguió el oro en la final masculina de mariposa de 200 metros con un tiempo de 1:52.96