La princesa Alexandra de Luxemburgo y Nicolas Bagory se convirtieron en marido y mujer el pasado sábado en una ceremonia civil que tuvo lugar en el Ayuntamiento de la Ciudad de Luxemburgo
Siguiendo la tradición en las bodas de la Familia Gran Ducal, la ceremonía se celebró por la tarde
El gran duque Enrique y la gran duquesa María Teresa no podían borrar la sonrisa de su cara al ver a su hija y su yerno tan felices
A sus 32 años, la cuarta hija de María Teresa y Enrique de Luxemburgo es una de las princesas más desconocidas de la realeza europea. Apasionada del deporte, la princesa habla seis idiomas y es licenciada en Filosofía por la Universidad de París
Nicolas Bagory nació en Bretaña hace 34 años. Cuenta con estudios en Ciencias Políticas y trabaja en la creación de proyectos sociales y culturales
La ceremonia civil estuvo amenizada por un coro de voces femeninas
Como regalo de bodas la princesa Alexandra y Nicolas Bagory pidieron a sus invitados que hicieran una donación a la Fundación de Ciegos de Luxemburgo o la Fundación del Gran Duque y la Gran Duquesa
Para tan señalada ocasión, la princesa Alexandra lució un traje de pantalon fluido y chaqueta ancha estilo capa de color blanco roto. Un look muy sencillo que complementó con un clutch, pendientes de perlas y unos zapatos de tacón bajo
Ficha estos 12 vestidos con color perfectos para novias poco convencionales
Aunque el día amaneció gris, cientos de ciudadanos de todas las edades recibieron a los recién casados con una cálida ovación en la Place Guillaume, ubicada frente al Ayuntamiento
La ciudad de Luxemburgo se vistió de gala en este día tan significativo en el que se celebró la consolidación del amor de la princesa Alexandra y Nicolas Bagory. La Place Guillaume fue decorada con numerosas rosas y la bandera nacional
En la noche, el Palacio Gran Ducal acogió una gran recepción en honor a los novios en la que estuvieron presentes sus respectivas familias, autoridades nacionales de Luxemburgo y otros invitados de la pareja
El príncipe Guillermo, futuro heredero del Gran Ducado, y su esposa, Stéphanie de Lannoy acudieron a la boda sin sus hijos, Charles, de dos años, y François, de tan solo un mes de vida
Las invitaciones que los novios entregaron a los invitados eran muy sencillas y elegantes: un sobre blanco con el escudo del país estampado en dorado
El matrimonio y sus invitados pudieron degustar una rica tarta nupcial de tres pisos decorada con flores rosas y el escudo de Luxemburgo
Este sábado, el matrimonio se dará el sí quiero en un segundo enlace religioso en la iglesia de Saint Thophyme de Boermes-les Mimosas