“Tener el coraje de abdicar es, en mi opinión, lo mejor. (...) Mi suegro lo hizo por nosotros y, cuando llegue el momento, lo haremos por Guillermo y Stéphanie. En primer lugar, porque después de una vida de servicio, creo que tenemos el derecho, y a veces el deseo, de salir del escenario para vivir por uno mismo unos años más pacíficos, si Dios nos los presta”, ha declarado María Teresa de Luxemburgo en una entrevista reveladora.