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María Teresa de Luxemburgo y Enrique de Luxemburgo© Jesús Cordero

Junto al Gran Duque Enrique, que el próximo octubre dará el relevo oficialmente a su hijo, el príncipe Guillermo

La Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo nos recibe en palacio: 'La calumnia es lo que más me ha hecho sufrir'

Laurence Debray, biógrafa del Rey Juan Carlos, entrevista a la Gran Duquesa con motivo de la abdicación


Por: Laurence Debray
7 de abril de 2025 - 6:30 CEST

La Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo nos abre las puertas del palacio de Berg junto a su marido, el Gran Duque Enrique, que el próximo octubre dará el relevo oficialmente a su hijo, el príncipe Guillermo. Con motivo de la abdicación, hablamos con ella. He aquí la conversación que tuvimos, sin rodeos, sin censura. Es la sinceridad de una mujer que no teme a la jubilación ni la vejez. Está feliz de comenzar la siguiente etapa de su vida junto a su esposo y orgullosa de pasar el relevo a la siguiente generación con la sensación del 'deber cumplido'.

La Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo sentada en una butaca© Jesús Cordero

"Después de 25 años de reinado y con la edad que tenemos y un heredero tan bien preparado, podíamos pasar el testigo para disfrutar un poco de respiro"

La Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo en uno de los rincones de Palacio© Jesús Cordero
Los Grandes Duques de Luxemburgo nos recibieron en el Palacio de Berg, donde se instalaron en el año 2000, cuando el Gran Duque Juan abdicó y pasó el relevo a su hijo. Pronto se retirarán al Palacio de Fischbach para dejar paso a los herederos, los príncipes Guillermo y Stéphanie, que les sucederán en el trono el próximo 3 de octubre.

—¿Cuál es su relación con España y la Familia Real española?

—Siempre he tenido un cariño muy especial hacia España. Desde mi más tierna infancia, pasaba todos mis veranos en familia en el pueblo de Anero, cerca de Santander. Conservo maravillosos recuerdos de esas vacaciones, la llegada a Madrid y luego el tren nocturno a Santander. Quiero mucho a la Familia Real española: la Reina Sofía y el Rey Juan Carlos me recibieron con los brazos abiertos, amables y cariñosos, justo después de mi boda, y nuestra amistad ha perdurado con Felipe y Letizia.

—¿Ha conseguido encontrar un equilibrio entre su función oficial como Gran Duquesa y su vida familiar?

—Reconozco que no he dedicado a mis cinco hijos todo el tiempo que me hubiera gustado. La vida oficial a menudo se ha impuesto sobre la vida familiar. Lo lamento. Mi marido y yo estábamos completamente a disposición del país, sin contar las horas.

"Estamos unidos contra la adversidad. Podría habernos destruido y, en nuestro caso, nos ha unido. Enrique dice que yo he sido su 'primer y único amor'. Cuando un hombre te dice eso, ¡te da alas!"

HOLA+4210 Gran Duquesa© Jesús Cordero
En las imágenes, Su Alteza Real María Teresa junto a su esposo, que, a sus 70 años y después de 25 de reinado, se dispone a iniciar con entusiasmo una jubilación muy activa, sin echar de menos la vida oficial. "La idea de poder viajar con mi marido, de ver crecer a mis nietos y de descubrir nuevos horizontes me hace feliz", confiesa la Gran Duquesa, que tiene una capacidad de adaptación a prueba de todo.

"La calumnia es lo que más me ha hecho sufrir. No poder defenderse y no sentirse comprendido es algo doloroso. Eso te encierra en una soledad muy grande. Nuestras acciones son nuestra única respuesta"

HOLA+4210 Gran Duquesa© Jesús Cordero

—¿Cómo educó a su hijo Guillermo, el heredero que asumirá el cargo el próximo octubre?

—Es un tema complejo que me importaba mucho: por un lado, un hijo mayor al que se le impone un destino y, por otra parte, evitar la envidia de los otros niños que no tienen derecho a ese mismo destino. En palabras que pudieran entender según su edad, les expliqué que su hermano mayor estaba llamado a un cargo especial que le otorgaría privilegios, pero también muchas obligaciones y restricciones a su libertad. Mis otros hijos tenían la suerte de poder elegir lo que querían ser y dónde querían vivir. Les dije que deberían cuidar unos de otros y que deberían apoyar a su hermano, porque el puesto que iba a ocupar es muy solitario. Hoy estoy muy orgullosa de ellos: todos han encontrado su sitio. Guillermo es muy feliz en el lugar donde está y los otros cuatro no querrían estar en su lugar.

—¿Cuándo decidió abdicar?

—Es una tradición familiar que se remonta a la Gran Duquesa Charlotte. Luego, mi suegro Juan hizo lo mismo. Lo que es especial, que no existe en otras monarquías, es este período de transición llamado "la tenencia", que hace las cosas más suaves. El Gran Duque delega parte de sus poderes en su heredero o heredera, mientras sigue siendo el Jefe de Estado. Elige lo que quiere delegar durante un período, cuya duración se decide de común acuerdo. Con nuestro hijo Guillermo y su mujer, Stéphanie, decidimos que duraría un año. Así, la abdicación no es radical. Después de 25 años de reinado y con la edad que tenemos y un heredero tan bien preparado, podíamos pasar el testigo para disfrutar un poco de respiro. También era importante para nosotros no hacer esperar demasiado al heredero. Guillermo tiene 43 años, una mujer estupenda y dos niños maravillosos.

"Como princesa heredera, marqué una gran diferencia al realizar numerosas visitas al Gran Ducado en el ámbito social. Era mi manera de conocer el país en su aspecto humano. Soy la primera en haber visitado sistemáticamente las instituciones sociales"

—Durante sus 25 años de reinado, ¿de qué logros está más orgullosa?

—Ya como princesa heredera, marqué una gran diferencia al realizar numerosas visitas al Gran Ducado en el ámbito social. Era mi manera de conocer el país en su aspecto humano. Soy la primera en haber visitado sistemáticamente todas las instituciones sociales (los centros de acogida para personas sin hogar, mujeres maltratadas, hospitales, centros para discapacitados...). No lo hacía solo para informarme, sino sobre todo para dar consuelo a las personas más vulnerables de nuestro país, para reconfortarlas. Salía a hacer mis recados por la ciudad y a conocer a los habitantes, algo que no era habitual en la Familia Real. Iba a tomar un café y comprar el periódico en un kiosco de prensa, al lado de la escuela donde dejaba a mis hijos por la mañana. Un día, la Fundación que creé cuando me casé recibió una donación. El equipo descubrió que era la mujer que llevaba ese negocio, con la que hablaba por la mañana y que no tenía descendencia y donaba su herencia a mi Fundación. Un momento importante en mi trabajo fue el foro sobre la dislexia, que organizamos en 2016. Sufrí mucho con la que padecieron algunos de mis hijos, incluido Luís, el tercero, que habló abiertamente de ello. Como no sabía cómo ayudarle, me interesé seriamente por el tema. Me di cuenta de que, en aquel entonces, había pocas cosas en las escuelas para ayudar a los disléxicos. Tanto los profesores como los padres estaban desamparados. Este foro, apoyado por el Ministerio de Educación Nacional, reunió a especialistas internacionales. Tuvo una participación récord de más de 2.000 personas en dos días y mi hijo Luís dio un testimonio muy conmovedor. Este foro permitió cambiar ciertas formas de trabajar para ayudar a todos los niños con necesidades especiales.

La Gran Duquesa con Laurence Debray© Jesús Cordero
La Gran Duquesa, que celebró su 69 cumpleaños el pasado 22 de marzo, con la autora de la entrevista, la escritora Laurence Debray, biógrafa del Rey Juan Carlos. "Quiero mucho a la Familia Real española: la Reina Sofía y el Rey Juan Carlos me recibieron con los brazos abiertos, amables y cariñosos, justo después de mi boda, y nuestra amistad ha perdurado con Felipe y Letizia"

"No me preocupa la vejez, porque en los últimos diez años nunca me he sentido tan bien, tan realizada y tan en paz conmigo misma. Espero mantenerme sana el mayor tiempo posible"

La Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo© Jesús Cordero
"Me complace compartir mi experiencia con todas mis nueras, pero luego ellas pueden hacer lo que quieran con ello. Estoy aquí para responder a sus preguntas y preocupaciones"

—¿Ha sufrido muchas decepciones durante su mandato?

La calumnia es lo que más me ha hecho sufrir. No poder defenderse y no sentirse comprendido es algo doloroso. Eso te encierra en una soledad muy grande. Nuestras acciones son nuestra única respuesta posible. Por desgracia, la perversidad de la calumnia siempre deja huella. Es el precio que hay que pagar cuando eres una personalidad pública.

HOLA+4210 Gran Duquesa© Sophie Margue
En la imagen, la Gran Duquesa firmando junto a su marido el libro "Un Amour Souverain", que escribó con Stéphane Bern. Debajo, en su viaje a su país natal, Cuba, con el Gran Duque y los príncipes Sebastian y Alexandra.
HOLA+4210 Gran Duquesa© HERVE MONTAIGU

Campeona de las Naciones Unidas

—A partir de octubre, ¿cómo piensa asegurar la continuidad de sus luchas y compromisos?

—Simplemente continuándolos al frente de mi Fundación. Es un regalo que me hicieron personalmente el día de mi boda, gracias a una donación de un banco. Seguiré trabajando para ayudar a todas las personas de Luxemburgo que se encuentran en una situación precaria, especialmente a las madres solteras con hijos. Lamentablemente, cada vez hay más. Con la ayuda de mi hijo Luís, también seguiré apoyando a los niños con dificultades de aprendizaje. También está mi asociación, Stand Speak Rise Up! (cuya página web es: https://www.standspeakriseup.lu/), creada con la activista afgana Chékéba Hachemi y financiada de forma independiente con fondos privados, que cuenta con la ayuda de personalidades importantes como el Premio Nobel de la Paz Denis Mukwege y el profesor Yunus, especialista en microcréditos. Quiero seguir dando voz a las víctimas de violaciones como arma de guerra, como en el foro que organizamos en 2019. Mi deber es darles visibilidad. Estoy en contacto directo con ellas y las ayudamos a diario en su lucha por reconstruirse. En 2021, el secretario general de las Naciones Unidas me otorgó el título de 'Campeona de las Naciones Unidas' en materia de violaciones. Un bonito reconocimiento.

—¿Ocultó su origen cubano para integrarse en Luxemburgo?

—Cuando llegué a Luxemburgo, traté de integrarme y, al convertirse mi marido en Jefe de Estado en 2000, me dijo: "Necesitas encontrar tus raíces". Al principio, le respondí que por fin había encontrado mi identidad al convertirme en luxemburguesa, que estaba agradecida a su país por haberme acogido. Al final, le hice caso y me fui a Cuba con mi hermana y dos de mis hijos. Fue una revelación. Me vi reflejada en la gente y comprendí de dónde venía mi temperamento. Me enamoré del país y volví transformada. Me encontré a mí misma.

HOLA+4210 Gran Duquesa© WireImage
HOLA+4210 Gran Duquesa© Sophie Margue
HOLA+4210 Gran Duquesa© Maison du Grand-Duc / PANCAKE! P
Arriba, a la izquierda, los Grandes Duques con sus herederos, Guillermo y Stéphanie y, al lado, la Gran Duquesa junto a otras mujeres que defienden los derechos de las mujeres y los niños en zonas de conflicto. Sobre estas líneas, los Grandes Duques con sus cinco hijos, sus nueras y siete de sus ocho nietos con el Papa Francisco, que visitó Luxemburgo en septiembre de 2024.

—¿Cuál es el secreto de su matrimonio que dura ya 44 años? ¿Qué hicieron el día de San Valentín?

Nuestro 40 aniversario de bodas lo celebramos con todos nuestros hijos en casa. Este año, fuimos a cenar los dos a París, al restaurante de Hélène Darroze, que apoya las acciones de mi asociación. No sé cómo explicar la fuerza del amor. Crecemos juntos, cambiamos juntos y emprendemos caminos que están cada vez más cerca el uno del otro. También estamos unidos contra la adversidad. Podría habernos destruido y, en nuestro caso, nos ha unido. Enrique dice que yo he sido "su primer y único gran amor". Cuando un hombre te dice eso, lo reconoce públicamente, ¡te da alas!

—¿Cómo ha celebrado su cumpleaños? ¿Le da miedo la vejez?

—No he hecho nada muy especial, solo una cena en casa con los niños. Son momentos alegres. He pasado 44 años de mi vida bajo los focos. Estoy aliviada de que esto termine, porque es un gran estrés permanente. Y no me preocupa la vejez, porque en los últimos diez años nunca me he sentido tan bien, tan realizada y tan en paz conmigo misma. Espero mantenerme sana el mayor tiempo posible, mi Fundación y mi asociación son fuentes de motivación. También la idea de poder viajar con mi marido, de ver crecer a mis nietos y de descubrir nuevos horizontes me hace feliz. ¡Intento envejecer de la manera más elegante posible!

"He tenido la suerte de tener dos abuelas que han sido fundamentales en mi formación como mujer y sé lo determinante que es este papel. Por eso me importa mucho estar disponible para mis nietos"

HOLA+4210 Gran Duquesa© Jesús Cordero

—¿Cuáles son sus proyectos después de la abdicación?

—Transmitir a los jóvenes y a mis nietos. Ya me solicitan en las escuelas e institutos para contar mis experiencias y mis compromisos. He tenido la suerte de tener dos abuelas que han sido fundamentales en mi formación como mujer y sé lo determinante que es este papel. Por eso me importa mucho estar disponible para mis nietos y mantener una relación de confianza con ellos.

—¿Qué consejo le daría a su nuera, la futura Gran Duquesa?

—¡No voy a darle ningún consejo! Creo que cada pareja de regentes debe adaptarse a las necesidades de su época. A mí me complace compartir mi experiencia con todas mis nueras, pero luego ellas pueden hacer lo que quieran con ello. Estoy aquí para responder a sus preguntas y preocupaciones, y en una etapa de mi vida en la que quiero el diálogo y la transmisión.

La Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo en su despacho© Jesús Cordero
La Gran Duquesa en su despacho: "Quiero seguir dando voz a las víctimas de violaciones como arma de guerra. Mi deber es darles visibilidad".

"Seguiré trabajando para ayudar a todas las personas de Luxemburgo que se encuentran en una situación precaria, especialmente a las madres solteras con hijos"

La Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo en las escaleras de palacio© Jesús Cordero
En la imagen, María Teresa de Luxemburgo con su perro en las escaleras de palacio. "He pasado 44 años de mi vida bajo el foco. Estoy aliviada de que esto termine, porque es un gran estrés permanente", afirma.

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Laurence Debray

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Jesús Cordero

FOTOS ADICIONALES

Casa del Gran Duque, Luxemburgo / Sophie Margue / Hervé Montaigu / PANCAKE ! Fotografía / Getty Images

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