Charles de Luxemburgo ya ha sido bautizado. El primer hijo de Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo, que nació el pasado 10 de mayo, ha recibido hoy las aguas bautismales en una ceremonia celebrada en la Abadía de Clervaux, un precioso monasterio benedictino construido en el siglo XIX. El niño, cuyo nombre completo es Jean Charles Philippe Joseph Marie Guillaume -que incluye un homenaje a su bisabuelo, el gran duque Juan, fallecido el año pasado, y a su padre- ha sido bautizado ante sus emocionados padres, la pareja heredera, además de la familia Gran Ducal: el Gran Duque y la Gran Duquesa; el príncipe Félix y la princesa Claire, con sus hijos la Princesa Amalia y el Príncipe Liam; el príncipe Louis y el príncipe Sebastián; y los integrantes de la Familia Lannoy, entre los que se encontraban el conde y la condesa Jehan de Lannoy, y el conde y la condesa Christian de Lannoy, en ambos casos acompañados por sus hijos, y el príncipe Sebastián, que ha acudido con muletas.
La ceremonia religiosa ha sido presidida por el arzobispo de Luxemburgo y ha estado amenizada por la música de los padres de la Abadía de Clervaux. El traje bautismal, de encaje, tiene un gran significado para los Nassau desde hace décadas, ya que es el mismo que ya utilizaron, en su día, el Gran Duque, la princesa Marie-Astrid, el príncipe Juan y el príncipe William en sus respectivos bautizos.
Con su pequeño en brazos, la pareja ducal ha estado muy arropada por su entorno más cercano. Y han posado orgullosos con su bebé en brazos a las puertas de la iglesia, al finalizar la ceremonia. La madrina ha sido la condesa Gaëlle de Lannoy, hermana de la Gran Duquesa heredera; mientras que el papel de padrino le ha correspondido al Príncipe Luis, hermano del Gran Duque heredero.
Un niño que cumplió un gran deseo de sus padres
La llegada de Charles supuso para la pareja ducal cumplir su gran deseo de convertirse en padres. No en vano, dieron un grito de alegría cuando se enteraron de que Stéphanie estaba embarazada, según explicaron en una entrevista publicada en ¡HOLA!: "La espera de un hijo es siempre una alegría. Es hermoso, pues cada vez hay más personas que empiezan a hablarnos de su propia experiencia y nosotros descubrimos a muchas parejas que también han tenido que esperar mucho tiempo", contaba el matrimonio, que se casó el 20 de octubre de 2012 en la Catedral de Nuestra Señora de Luxemburgo con una ceremonia a la que acudieron representantes de las Casas Reales de todo el mundo.