Ha pasado ya un año desde el fallecimiento del Gran Duque Juan, quien fue jefe de Estado de Luxemburgo durante más de tres décadas, concretamente desde 1964 hasta el año 2000. Tal y como ha explicado el mariscal de la corte en un comunicado, para recordarle en este primer aniversario de su muerte se celebrará una misa en la catedral de Notre-Dame de Luxemburgo. Estará oficiada por el Cardenal Jean-Claude Hollerich y tendrá lugar el próximo jueves 7 de mayo a las 9.30 horas. La liturgia será muy poco convencional ya que no contará con la presencia física de familiares, amigos ni tampoco fieles puesto que se hará a puerta cerrada y tan solo se podrá participar en ella de manera virtual desde casa. Una medida extraordinaria que han tomado siguiendo las recomendaciones sanitarias debido a la pandemia global.
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El Gran Duque de Luxemburgo fallecía el 23 de abril de 2019 a los 98 años de edad a causa de una neumonía por la que estuvo ingresado diez días. "Con gran tristeza os comunico que mi querido padre, Su Alteza Real el Gran Duque Juan, nos ha abandonado en paz y rodeado del afecto de su familia", escribía en un comunicado del Gran Duque Enrique, el actual soberano. Desde su abdicación, Juan de Luxemburgo -hijo mayor de la Gran Duquesa Carlota y el príncipe Félix de Borbón y Parma- vivió retirado en el castillo de Fischbach, solo apareciendo en público en contadas ocasiones. La última de ellas un mes antes de su fallecimiento, en marzo, cuando estuvo presente en las celebraciones del 100º aniversario de la creación del movimiento scout en Luxemburgo.
Un hombre muy apreciado en Luxemburgo y en las Casas Reales de toda Europa
A pesar de estar retirado de la vida pública, lo cierto es que Juan de Luxemburgo seguía siendo uno de los miembros más queridos de la Casa Real. Siendo príncipe se alistó como voluntario en el ejército británico y combatió en primera línea en batallas como la de Caen o la del legendario desembarco de Normandía en 1944. Además, formó parte de la liberación de Bruselas y la de su propio país, por lo que hasta el último día fue considerado por los luxemburgueses como un símbolo de la independencia y la libertad. Su labor en la campaña de los aliados fue reconocida con más de una decena de condecoraciones.
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La polémica que rodea a los grandes duques de Luxemburgo
El Gran Duque Juan mantenía una gran amistad con don Juan Carlos y doña Sofía, quienes estuvieron presentes en su último adiós. Los padres de Felipe VI acudieron a la catedral de Notre Dame para despedirle, al igual que otros representantes de la realeza europea como Felipe y Matilde de Bélgica, Margarita de Dinamarca, Harald y Sonia de Noruega, el príncipe Alberto de Mónaco, Beatriz de Holanda, Ana María de Grecia y su hijo Pablo, entre otros. Todos ellos mostraron sus condolencias a los cinco hijos, 21 nietos y 15 bisnietos que tenía el que fuera jefe de Estado de Luxemburgo.
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