Stéphanie de Luxemburgo se encuentra en el tercer trimestre de su embarazo y está previsto que en mayo de a luz a su primer bebé con el gran duque heredero Guillermo, tras siete años de matrimonio. La noticia, que tanto esperaba el país, se conoció el pasado 6 de diciembre con un comunicado oficial que vino acompañado de unas bonitas imágenes oficiales de la pareja tomadas en unos jardines. Casi dos meses después de contar al mundo la feliz noticia, la pareja ha querido hablar sobre cuál fue su reacción y como se sienten en esta dulce espera.
Los grandes duques herederos han revelado en una entrevista que publicaba recientemente ¡HOLA! que dieron un grito de alegría cuando se enteraron que estaban esperando un bebé. "La espera de un hijo es siempre una alegría. Es hermoso, pues cada vez hay más personas que empiezan a hablarnos de su propia experiencia y nosotros descubrimos a muchas parejas que también han tenido que esperar mucho tiempo". La pareja también ha confesado que "hay dos grandes secretos: el nombre y el sexo del bebé. Nosotros sabemos uno de los dos y el otro todavía no". Stéphanie cuenta que su futuro hijo “se mueve sin parar” y que esperaron tres meses antes de comunicarlo a la familia.
Sobre el papel que el destino le tiene reservado al futuro heredero o heredera de la Casa Gran Ducal, Guillermo y Stéphanie lo asumen con naturalidad y permitirán que "siga siendo un niño". Muchos cambios son los que se les avecinan esta primavera que no parecen asustarles pues los dos provienen de familias numerosas.
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La buena noticia se ha hecho esperar y, aunque al principio de casarse, ambos eran partidarios de aplazar un tiempo la paternidad, hace cinco años Stéphanie confesó en una entrevista su deseo de formar una familia numerosa como la suya. “Provengo de una gran familia. Fue una elección de mis padres y siendo la hija más pequeña, no puedo estar más contenta de su decisión. Ocho hijos son quizá demasiado, pero de alguna forma me gustaría seguir su ejemplo, mantener ese espíritu de familia numerosa del que vengo", aseguraba entonces.
El futuro bebé viene a poner el broche perfecto a su historia de amor. La pareja se casó el 20 de octubre de 2012 en la Catedral de Nuestra Señora de Luxemburgo y a ella acudieron representantes de las Casas Reales de todo el mundo. Por aquel entonces, Stéphanie era casi una desconocida. Hija de los condes belgas de Lannoy, ha hecho de la discreción su mejor tarjeta de visita. Le gusta la lectura, la música clásica, el esquí y la natación.