Los grandes duques de Luxemburgo se enfrentan a su peor crisis institucional en sus casi dos décadas en el trono. El Gobierno del país encargó en verano un informe para conocer los gastos y el funcionamiento de la Cortea raíz de la llamativa salida de empleados de Palacio por el pésimo ambiente laboral que habría generado la Gran Duquesa. El primer ministro Xavier Bettel encargó al exdirector de la Inspección General de Finanzas, Jeannot Waringo, esta auditoría que se hizo pública el pasado viernes y que fue debatida este miércoles en el Parlamento donde se acordó que la institución que capitanea el gran duque Enrique sufrirá profundas reformas. La más llamativia es que la mujer del jefe del Estado, María Teresa de Luxemburgo, será apartada de la toma de decisiones del funcionamiento de la Casa Gran Ducal, en especial a lo que concierne al personal de Palacio.
Xavier Bettel presentó el dossier de Waringo a la comisión parlamentaria y en rueda de prensa aseguró que lo que se pretende es “fortalecer la monarquía” y añadió que el Gran Duque está de acuerdo con todo. De hecho, el mismo día que se conocía el documento, de 43 páginas, Palacio emitía un comunicado en el que “en aras de una mayor transparencia y modernización, la Corte contribuirá de manera constructiva a la implementación de las mejoras propuestas en este informe”.
- Las claves del informe sobre los Grandes Duques del que habla todo el mundo en Luxemburgo
A partir de ahora, cambiará la organización de la Corte y el papel que tendrá María Teresa de Luxemburgo. “Hay un organigrama que muestra quién se encarga de qué y no hay lugar para la Gran Duquesa, ya no tiene un lugar en la administración de la Casa”, aseguró Bettel en rueda de prensa. De tal manera, la esposa del jefe del Estado ya no debería desempeñar un papel especialmente cuando se trata de cuestiones de contratación de personal y confirmó lo que era un secreto a voces: el exódo de personal. En el documento se habla de caos organizativo dentro de la Casa Gran Ducal y de que la esposa del gran duque Enrique sería responsable del ambiente de miedo entre la plantilla, hasta el punto de que más de 50 empleados habrían cesado de sus cargos en los últimos cinco años, de un total de 110 que forman la plantilla de Palacio.
En el informe, Jeannot Waringo asegura que recabó información sobre “un gran número de antiguos y actuales empleados de la Corte”. Tras su análisis, “las decisiones en el área de gestión de personal, ya sea de reclutamiento, asignación a los diversos departamentos o también con respecto a los despidos son asumidos por la Gran Duquesa y concluyó que su papel “debería ser puramente representativo”, algo de lo que el Gobierno ha tomado buena nota.
Sobre los gastos, el primer ministro enfatizó que los relacionados con las tareas oficiales de la Jefatura del Estado deben presentarse de manera más transparente en el futuro. Hasta ahora no estaba separado el desglose de los actos oficiales de los privados. Al respecto, Bettel señaló que actividades privadas de la Gran Duquesa como la organización Stand Speak Rise Up, que lucha para erradicar la violencia sexual en entornos desfavorecidos, debería estar más claramente separada de los compromisos oficiales. Asimismo, su página web se integrará en el site oficial de la monarquía luxemburguesa en el futuro.
El Gobierno también comenzará de inmediato a supervisar la política de comunicación de Palacio, sobre todo el uso de las redes sociales. Finalmente, las cuentas de la Casa Gran Ducal serán sometidas a un profundo análisis y en el futuro inmediato se elevará el nivel de fiscalización de las mismas. En palabras del primer ministro Bettel, el gran duque Enrique está muy “entristecido” por las conclusiones del informe pero, al mismo tiempo, “comprometido” con el Gobierno para que los problemas se solucionen a la mayor brevedad posible.
Además de estas reformas profundas, los Grandes Duques están también ahora en el foco de la controversia después de que la Fiscalía de Luxemburgo anunciara a través de un comunicado oficial que ha abierto una investigación preliminar ante la denuncia del periodista Pol Schock que aseguró haber escuchado relatos de violencia físicasufridos por varios de los empleados de la Corte Gran Ducal.
Pese a la gravedad de la crisis, el primer ministro Xavier Bettel no cree que el Gran Duque abdique pronto ya que está "totalmente motivado", dijo en una radio local, a la vez que añadió que "quiero que la monarquía permanezca".