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Enrique de Luxemburgo ha querido atajar la polémica que desde hace días recorre la Corte. El Gobierno ha encargado un informe sobre el funcionamiento y los gastos de la Casa Gran Ducal para explicar el llamativo abandono de más de una treintena de empleados, un tercio de toda la plantilla, desde 2015. Al parecer, la marcha de los trabajadores se debería al fuerte carácter de la gran duquesa María Teresa, que provocaría un tenso ambiente laboral en Palacio, según la prensa del país. Ahora y para defender a su esposa, el Gran Duque ha emitido un comunicado porque “se ha puesto injustamente en entredicho a mi esposa”.
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A continuación reproducimos el comunicado íntegro de Enrique de Luxemburgo:
"Me dirijo a vosotros desde la unidad de cuidados intensivos donde se encuentra hospitalizado mi cuñado en Ginebra.
Movido por un espíritu de apertura, transparencia y modernidad, acepté que pudiera llevarse a cabo la misión que deseaba realizar el Primer Ministro.
En el transcurso de toda esta misión, y a la espera del correspondiente informe, se han publicado artículos en los medios de comunicación, en los que se ha puesto injustamente en entredicho a mi esposa, madre de nuestros cinco hijos y abuela amantísima. Esto ha afectado a toda mi familia. ¿Qué sentido tiene atacar a una mujer? ¿A una mujer que defiende a las demás mujeres? ¿A una mujer a quien ni siquiera le está permitido defenderse?
Desde mi llegada al trono hemos querido contribuir juntos a la modernización de nuestra monarquía constitucional, y es nuestro deseo continuar por la misma senda.
Las causas por las que se afana mi esposa, que siempre han merecido mi apoyo y a las que seguiremos dedicando nuestros esfuerzos, revisten una importancia fundamental: la lucha contra la dislexia, la lucha contra la violencia sexual, la situación de los menores encarcelados en África, el desarrollo de la microfinanciación, y la educación de las jóvenes y las mujeres. Me llenan de orgullo el compromiso, la inteligencia y el denuedo con que mi esposa lleva a cabo todas sus actividades. Su entrega al servicio de nuestro país, a mi lado, desde hace 39 años es ejemplar y me resulta indispensable.
Continuaremos a vuestro servicio, trabajando por vosotros y por Luxemburgo. Sobre todo en este momento crucial en que nuestros hijos inician una vida familiar, consideramos nuestro deber de padres el permitirles que disfruten de estos años tan preciados en su calidad de príncipes herederos.
Henri
Gran Duque de Luxemburgo Ginebra, 26 de enero de 2020"
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La declaración fue redactada este domingo, pero ha sido difundida en la página web de la Corte Gran Ducal en luxemburgués, inglés y español este mismo lunes a primera hora y desde Ginebra. Además, la declaración va acompañada de varios retratos de la pareja realizados la semana pasada en la ciudad suiza. Allí, Enrique y María Teresa de Luxemburgo se encuentran debido al ingreso de urgencia en un hospital de Luis Mestre, hermano de la Gran Duquesa.
Enrique de Luxemburgo ha querido así mezclar la parte institucional y la familiar en esta nueva comunicación con la que pretende zanjar la polémica surgida en los últimos días y que ha puesto a la Familia Gran Ducal en el ojo del huracán por un informe sobre sus cuentas encargado por el primer ministro, Xavier Bettel. El exdirector de la Inspección General de Finanzas, Jeannot Waringo, está realizando una auditoría sobre el funcionamiento y gastos de la Corte ante el llamativo abandono de más de una treintena de empleados desde 2015, un tercio de toda la plantilla.
Las conclusiones de este informe se conocerán en los próximos días, pero la prensa luxemburguesa especula que provocaría una grave crisis que podría poner entre las cuerdas a Enrique de Luxemburgo e, incluso, podría "conducir a la abidcación", según publica Lëtzebuerger Land. El motivo de la marcha de los empleados, que implica que el erario público pague elevadas indemnizaciones a cambio de su silencio, sería el fuerte carácter de María Teresa de Luxemburgo que habría motivado la huida de los trabajadores incapaces de soportar el tenso ambiente laboral de Palacio. Además, y según el mismo medio, la Gran Duquesa siempre tendría la última palabra en todos los asuntos de la Casa Gran Ducal y su plantilla sería frecuentemente objeto de sus reprimendas y mal humor. Su injerencia llegaría hasta tal punto que habría mantenido reuniones habituales con el antiguo primer ministro Jean- Claude Juncker sobre asuntos de Estado, algo que quiere zanjar el actual jefe del Ejecutivo.
Al respecto, el Gran Duque explica que ha realizado este comunicado "motivado por un espíritu de apertura, transparencia y modernidad, acepté que pudiera llevarse a cabo la misión que deseaba realizar el Primer Ministro". "En el transcurso de toda esta misión, y a la espera del correspondiente informe, se han publicado artículos en los medios de comunicacion, en los que se ha puesto injustamente en entredicho a mi esposa, madre de nuestros cinco hijos y abuela amantísima. Esto ha afectado a toda mi familia", continúa la declaración de Enrique de Luxemburgo. "¿Qué sentido tiene atacar a una mujer? ¿A una mujer que defiende a las demás mujeres? ¿A una mujer a quien ni siquiera le está permitido defenderse?", prosigue. Además resalta que las causas, como la lucha contra la dislexia, la lucha contra la violencia sexual, la microfinanciación y la educación de los jóvenes y las mujeres, de su esposa "siempre han merecido mi apoyo". En la parte final de su declaración, el Gran Duque resalta de su esposa "su entrega al servicio de nuestro país, a mi lado, desde hace 39 años es ejemplar y me resulta indispensable".