Se trata de una pieza única con mucho significado familiar
Este fin de semana los royals se han vuelto a ir de boda. María Astrid de Liechtenstein y el empresario norteamericano Ralph Wothtington han contraído matrimonio en la Catedral de Orbetello, en La Toscana (Italia), y les han acompañado algunos familiares y amigos. Para su gran día, la hija pequeña de Nicolás de Liechtenstein y Margarita de Luxemburgo lució un llamativo vestido satinado de color marfil con bordados y escote en 'V', que combinó con un recogido bajo adornado con la tiara Kinsky Honeysuckle, que tiene un gran significado para la familia.
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A diferencia de su hermana mayor, María Anunciata de Liechtenstein, que eligió la tiara Fringe de Habsburgo, para su boda a principios de este mes, María Astrid ha preferido la tiara Kinsky, realizada con motivos de madreselva en diamantes, plata y oro, intercalados con pequeñas composiciones verticales que simulan una flor. La creación de esta pieza única se remonta al siglo XIX, una época en el que imperaban las tiaras con motivos florales y vegetales. De hecho, se cree que fue regalo de bodas para la princesa María Josefa de Liechtenstein por parte de su esposo, Ferdinand Bonaventura, séptimo príncipe Kinsky de Wchinitz y Tettau, en 1870.
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En lo que sí coincidió con su hermana es en los pendientes: un elegante conjunto con fornituras plateadas unidas a unas perlas con forma de lágrima. Esta elección de María Astrid de Liechtenstein tampoco fue al azar, ya que son las mismas joyas que llevó su madre, Margarita de Luxemburgo, en su boda con el príncipe Nicolás que tuvo lugar el 20 de marzo de 1982 en la Catedral de Notre-Dame de Luxemburgo.
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Han pasado 21 años desde que vimos a la última novia de la familia luciendo la tiara Kinsky Honeysuckle el día de su boda. Fue Ángela de Liechtenstein, quien la eligió para casarse con el príncipe Maximiliano el 29 de enero de 2000 en una ceremonia que tuvo lugar en la Iglesia de San Vicente Ferrer (Nueva York), días después de haberse casado por lo civil en Vaduz, capital del Principado de Liechtenstein. La novia, diseñadora de origen panameño, llevó un sencillo vestido realizado por ella misma, con cuello barco y manga larga, además de un larguísimo velo.
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Anteriormente, la tiara Kisnky la había llevado Tatiana de Liechtenstein en su boda con Philipp Von Lattorff. La única hija del príncipe Juan Adán II de Liechtenstein y de su difunta esposa, la princesa Marie (que falleció este verano a los 81 años a causa de un infarto cerebral), pronunció el 'sí, quiero' el 5 de junio de 1999 en la Catedral de San Florián, en Vaduz. Se decantó por un look nupcial muy similar, con un vestido de silueta sencilla, ramo de flores blancas y sin pendientes, dejando todo el protagonismo a su imponente tiara.
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A lo largo de estos años, la tiara Kinsky (que puede convertirse en collar) también ha sido utilizada para fiestas familiares, galas y eventos más formales. Es el caso de la princesa Marie de Liechtenstein, que aparece a la derecha de la imagen luciendo esta pieza única en la recepción que tuvo lugar el 25 de junio de 1993, días antes de la boda del príncipe heredero Alois de Liechtenstein y de la princesa Sofía de Baviera.