Las casas reales de Liechtenstein, Luxemburgo y Bélgica están de celebración en Italia. María Astrid de Liechtenstein ha dado este sábado el 'sí quiero' al empresario norteamericano Ralph Wothtington en una espectacular ceremonia celebrada en la catedral de Orbetello, en la región de La Toscana y a la que han acudido numerosos royals, entre familiares y amigos de los novios, como Guillermo y Stéphanie, grandes duques herederos de Luxemburgo o Sassa de Osma y Christian de Hannover. La Princesa, que lucía impresionante con su vestido de novia, es la hija menor de Nicolás de Liechtenstein y Margarita de Luxemburgo. A pesar de ser una gran boda real, los novios han querido darle un toque menos clásico y más moderno de lo habitual, combinando la solemnidad de la ceremonia con una divertida salida en descapotable. El enlace ha tenido lugar tan solo tres semanas después del protagonizado por su hermana María Anunciata, que vivió otra boda de ensueño en Viena con Emanuele Musini. Las dos princesas se habían casado hace unos meses por lo civil con sus respectivos prometidos, antes de revalidar ya sus votos ante la iglesia.
María Astrid de Liechtenstein se casa con el escote que más estiliza y bordados 'zig-zag'
La novia ha hecho su esperada entrada rumbo al altar cogida del brazo de su padre, que vuelve a ejercer de orgulloso padrino, bajo la atenta mirada de todos los invitados. Astrid ha apostado por un estiloso vestido con escote, bordados en zig-zag y una larga cola que coronaba con la tiara de la casa de Liechtenstein, Kinsky Honeysuckle. Está hecha con diseño de madreselva en diamantes, plata y oro, rodeados por un halo de diamantes, y data del siglo XIX. Tras el mejor momento: el del 'sí, quiero', los novios, ya convertidos en marido y mujer salían del templo entre los aplausos de los invitados, que un día antes ya habían disfrutado de una fiesta preboda en la que no faltó la diversión y de la que fue testigo entre otros la española experta en moda Inés de Cominges, que acudió junto a su marido François du Chastel. Tras la ceremonia, les esperaba otra gran fiesta a la que los novios se dirigieron en un espectacular descapotable rojo conducido por el propio Ralph.
Entre los numerosos ilustres invitados a la boda real de la princesa María Astrid de Liechtenstein y Ralph Worthington, acudían Christian de Hannover y su esposa, Alessandra de Osma; Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo; Felipe e Isabelle de Liechtenstein; el príncipe Hugo Windisch-Graetz y la archiduquesa Sofía de Habsburgo; Ekaterina de Hannover y Chantal Hochuli; la princesa Mafalda de Hesse; Claire y Félix de Luxemburgo; Inés de Cominges y François du Chastel, así como el archiduque Carl Christian de Austria y la princesa Marie Astrid de Luxemburgo.
La casa de Liechtenstein, una de las más ricas y discretas de Europa, lleva un mes acaparando titulares. Primero, tristemente, por el fallecimiento de la princesa consorte Marie, a cuyo funeral asistió la reina Sofía, y ahora por las bodas de sus sobrinas. María Astrid de Liechtenstein nació en Bruselas en 1987 y, junto a sus hermanos María Anunciata (1985) y Josef Emanuel (1989), ha vivido en Estrasburgo, Berna y luego de nuevo en Bélgica, pasando siempre una parte de sus vacaciones en Cabasson, una aldea en Var, cercana a Saint Tropez, Francia. Su padre, Nicolas de Liechtenstein, es hermano del príncipe reinante Hans Adam, y su madre, del gran duque Enrique de Luxemburgo. Por tanto, es nieta de la gran duquesa Carlota, hija del rey Leopoldo III de los belgas y Astrid de Suecia, lo que la convierte en prima de Felipe de los belgas.
María Astrid de Liechtenstein, sonriente y emocionada en su espectacular fiesta preboda
Astrid de Liechtenstein es una mujer muy polifacética. Tiene formación económica gracias a un MBA (London School for Business and Finance), pero también tiene un diploma en cocina y pastelería de Le Cordon Bleu, la misma institución en la que estudia Tamara Falcó, y después ha dirigido su carrera hacia el interiorismo. Además, diseña los tableros artesanos de backgammon más cotizados del planeta -AvL Backgammon (avl.design)-, que empezó a crear animada por su suegra. Se trata de piezas realizadas en madera de almendro, cerezo o arce, en las que el mar está muy presente y de cuyos beneficios dona una pequeña parte a la Cruz Roja.
Por su parte, Ralph Worthington, conocido como Rafe, es bisnieto del fundador de Metropolitan Oil, cuya familia vive en los Hamptons (Nueva York). Fue precisamente en este exclusivo enclave neoyorkino donde en 2012 puso en marcha el restaurante Station, después de unos años en Emiratos Árabes Unidos, donde dirigió una galería de arte contemporáneo en Dubai y fundó una consultoría para asesorar al Gobierno de Abu Dhabi en gestión hotelera y proyectos de infraestructuras. En la actualidad continúa trabajando en este sector como socio de Agawam Hospitality Group, en Nueva York.