Liechtenstein, uno de los países más pequeños y más ricos del mundo, está de luto. El 24 de agosto, la princesa María, mujer del príncipe Juan Adán II, soberano de ese principado, falleció en el hospital de Grabs, en Suiza. Tal como informó Palacio, murió a causa de las secuelas de un derrame cerebral y lo hizo rodeada de su familia. Tras cincuenta y cuatro años de matrimonio, había formado una familia unida y numerosa. Era madre de cuatro hijos y abuela de quince nietos.
La historia de amor de María y Juan Adán es un cuento de hadas moderno. Cuenta la leyenda que el príncipe tuvo un flechazo con su prima lejana en cuanto la vio, en una visita de esta a la capital del diminuto principado. La joven aristócrata, hija de condes de origen checo, no se lo habría puesto fácil a su primo, el heredero, que insistió y finalmente consiguió que aceptara su propuesta de matrimonio. En 1967, seis años después de conocerse, se casaron en la catedral de San Froilán de Vaduz. A la boda asistieron doña Sofía, entonces princesa de Grecia, y su hermana, la princesa Irene.
María acompañó a su marido durante todo su prolífico reinado. Juan Adán II convirtió a Liechtenstein en un principado rico y prospero, pero siempre mantuvo un perfil bajo y la discreción como máxima. Juntos formaron una familia numerosa, con cuatro hijos: Luis (Alois), príncipe heredero y regente desde 2004; y los príncipes Maximiliano, Constantino y Tatiana.
A mediados de la década de 1990, su hija, la princesa Tatiana, se mudó a España y la prensa la convirtió en la candidata perfecta a novia de un joven don Felipe, entonces príncipe de Asturias
Tatiana, la más pequeña, se convirtió en un personaje habitual de la prensa española en la década de 1990. En 1993, la princesa, que solo tenía veinte años, se instaló en Madrid para completar sus estudios de Economía. Entonces, fue relacionada con el príncipe don Felipe y los medios de comunicación la convirtieron en una de las más firmes candidatas a casarse con el heredero al trono de España. La princesa María, su madre, vivió ajena a los rumores. En 1999, Tatiana contrajo matrimonio con el barón Philipp von Lattorff, con el que tiene siete hijos.
Esa fue una de las pocas veces que los Liechtenstein, una de las familias reales más ricas y poderosas del continente y del mundo, acapararon la atención mediática. La princesa María, que acaba de fallecer, vivió su vida con la reserva y prudencia que caracterizan a esta dinastía. Lo hizo dedicada a numerosas causas sociales y culturales, a criar a sus hijos y a disfrutar de sus nietos.