Los príncipes de Gales han acudido en este soleado domingo por la mañana a la tradicional misa de Pascua que tiene lugar en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, acompañados por sus tres hijos: George (9 años), Charlotte (7) y Louis (4)
El pequeño de los hermanos, que dentro de dos semanas soplará las cinco velas, ha acaparado buena parte de las miradas. Algo lógico puesto que se trataba de su debut en dicho acto al que asistía casi la totalidad de la Familia Real británica
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Su madre, Kate Middleton, iba de la mano con el niño y no lo soltaba ni un momento mientras se dirigían al interior del templo. Con una gran sonrisa en el rostro, la mujer de Guillermo de Inglaterra se mostraba así de feliz y orgullosa al lado de su retoño
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Pese a su corta edad, el príncipe George es ya todo un experimentado en este tipo de compromisos institucionales de la Corona. Además, en un día como hoy donde su abuelo paterno, el rey Carlos, lo ha vivido por primera vez como monarca
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La princesa Charlotte nos dejaba también esta simpática escena captada por los reporteros gráficos, en la que mira furtivamente al benjamín de la familia. A Louis, por su parte, se le veía adorable con sus pantalones cortos, chaqueta, camisa y corbata, todo a juego en distintas tonalidades de azul
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Llegaba el momento de entrar al interior de la capilla para asistir al servicio religioso, que ha contado con la presencia de numerosos miembros de los Windsor. Una fecha que supone la cuenta atrás para la solemne coronación del jefe de Estado el próximo 6 de mayo
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Una vez terminado el acto, el mini royal hacía gala una vez más de su carácter inquieto, regalándonos estas graciosas muecas ante las cámaras. En esta ocasión, era su padre, el príncipe Guillermo, quien se encargaba del pequeño a la salida
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Otra secuencia no menos curiosa y simpática era cuando el deán de Windsor iba saludando y estrechando la mano, uno a uno, a todos los invitados según se iban marchando. Sin hacer distinción alguna, al pequeño Príncipe también le ha tocado
Parece que la princesa Charlotte tenía ganas de volver a casa cuanto antes, y aquí tiraba del brazo de su madre para acelerar el paso. Tanto la jovencita como sus hermanos apuran ya estas cortas vacaciones primaverales antes de reincorporarse a la escuela Lambrook donde estudian
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