Poco queda para que Camilla, esposa de Carlos III del Reino Unido, sea coronada a la vez que el monarca el sábado en la Abadía de Westminster (Londres). Será ungida, bendecida y consagrada en la misma solemne ceremonia, pero de una forma más sencilla. Será la primera coronación de una reina consorte en 86 años desde que la Reina Madre, en 1937, fue coronada junto a su esposo, Jorge VI. En Reino Unido, los cónyuges de las monarcas no son coronados, motivo por el que Felipe de Edimburgo, marido de Isabel II, nunca recibió la corona sobre su cabeza. Repasamos una a una las reinas consortes más recientes de la historia de Reino Unido.
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La predecesora de Camilla,Isabel Bowes-Lyon, después conocida como la Reina Madre para distinguirla de su hija la reina Isabel II, fue coronada en la misma ceremonia que su esposo Jorge VI, que ascendió al trono tras la abdicación de su hermano Eduardo VIII, el 11 de diciembre de 1936. A pesar de la renuncia del después conocido como duque de Windsor, la fecha de la coronación se mantuvo para el nuevo Rey y así, el 12 de mayo de 1937 los padres de Isabel II portaron las coronas históricas sobre sus cabezas.
Unos Reyes inesperados
La ceremonia de los abuelos de Carlos III estuvo marcada por una serie de innovaciones y así se tuvo muy en cuenta a los países miembros de la Commonwealth, la unión de naciones que tienen un pasado común con Reino Unido. Los Reyes de entonces también participaron de un desfile de diez kilómetros para que los ciudadanos pudieran verles. En su recorrido estuvieron custodiados por 32.000 soldados y 20.000 policías.
La ceremonia de Jorge VI y la reina Isabel se diseñó como un espectáculo público y una gran exhibición del imperio británico y durante todo el mes de mayo de 1937 hubo un amplio programa de actividades así como recepciones oficiales e invitaciones al Palacio de Buckingham. Fue la primera vez que los medios de comunicación desempeñaron un papel importante siendo la primera coronación que se transmitió por radio y la primera que fue filmada en parte.
- La familia 'leal' del nuevo rey
Isabel Bowes-Lyon se arrodilló en la Abadía de Westminster bajo un dosel que estaba sostenido por las duquesasde Norfolk, Rutland, Buccleuch y Roxburghe. El arzobispo de Canterbury colocó en el cuarto dedo de su mano derecha el anillo real y luego la coronó, momento en el cual las princesas y nobles colocaron sus coronas. Acto seguido le fue entregado el cetro con la Cruz y la Vara de Marfil con la Paloma antes de caminar hacia su propio trono junto al Rey, donde se sentó. Después, los dos recibieron la Comunión.
Jorge VI y su esposa no estaban destinados a asumir la Corona, pero como ya hemos mencionado, la abdicación de Eduardo VIII para poder casarse con Wallis Simpson hizo que los entonces duques de York asumieran casi de la noche a la mañana el un reto para el que no habían sido preparados. Unos Reyes inesperados, pero que pese a las dificultades (el Rey era tartamudo) fueron muy queridos por los británicos por el papel que desempeñaron en la Segunda Guerra Mundial.
Isabel Bowes-Lyon fue fundamental para alentar a su marido y al pueblo británico. Durante la contienda no se alejaron de su tierra y permanecieron en Londres durante los bombardeos alemanes, convirtiéndose en un símbolo de la resistencia frente al nazismo. La reina supuso toda una inyección de moral para Jorge VI durante los años más complicados de su reinado y el propio Hitler la calificó como “la mujer más peligrosa de Europa” porque veía que su popularidad era una amenaza para los intereses alemanes. Visitaba fábricas y barrios arrasados por la guerra intentando llevar un ápice de optimismo dentro del horror, siempre con su eterna sonrisa y su semblante alegre, que conservó hasta el final de sus días.
María de Teck, la reina cuya corona llevará Camilla
En la coronación de Camilla estará muy presente otra reina consorte, María de Teck, esposa de Jorge V. La mujer de Carlos III llevará la corona que la abuela de Isabel II portó sobre su cabeza en el momento en que fue ungida, bendecida y consagrada el 22 de junio de 1911. Fue un acto con gran boato pues se iban a coronar a los reyes del Reino Unido y los dominios británicos y también a los emperadores de la India.
María de Teck fue una reina consorte fundamental para la historia de la Casa Real británica. No solo lo fue durante su reinado sino también por cómo modeló a la pequeña princesa Lilibet, después Isabel II, que influyó en ella de manera crucial forjando su carácter de servicio y fidelidad a la Corona, un compromiso que mantuvo hasta el final. La reina María sintió como pocos royals cómo se tambalearon los cimientos de la monarquía cuando su hijo Eduardo VIII abdicó. Fue entonces cuando decidió aleccionar a la joven heredera Isabel para que siempre tuviera presente el destino que la esperaba.
La historia de la reina María de Teck también está marcada por los caprichos del destino. Con 24 años se comprometió con el heredero al trono, el príncipe Alberto Víctor de Clarence, que falleció de neumonía solo seis semanas después de anunciarse la boda. Así que al año se comprometió con el nuevo heredero, Jorge, el hermano de Alberto. Antes de ser reina consorte fue duquesa de York, de Cornualles y princesa de Gales.
Ya como esposa del monarca atendió al rey Jorge V durante sus problemas de salud, le ayudaba en la preparación de sus discursos y utilizó sus conocimientos sobre historia y realeza para aconsejarlo. Durante la Primera Guerra Mundial su apoyo fue fundamental durante los importantes cambios políticos que se estaban produciendo. Estos Reyes fueron transformadores de la herencia victoriana y debido al sentimiento antigermánico que reinaba en Reino Unido, el soberano renunció a sus títulos alemanes y renombró la Casa Real del Sajonia-Coburgo-Gotha al británico Windsor que desde entonces se ha tomado como apellido oficial para todos los descendientes en línea paterna de la reina Victoria.
Alejandra de Dinamarca, esposa, madre y hermana de Reyes
Menos influencia tuvo la reina consorte Alejandra de Dinamarca, casada con Eduardo VII, hijo de la reina Victoria y del príncipe Alberto. Alejandra era una princesa real con un gran linaje pues su padre, Christian IX, fue rey de los daneses y su hermano reinó en Grecia como Jorge I. Se hizo muy popular por su forma de vestir y su porte elegante, pero tuvo poca mano en la opinión de los políticos británicos o en la familia de su esposo. Sus labores se limitaron a las obras de caridad.
Príncipes consortes
Entre tanta reina consorte destacan dos hombres, el príncipe Alberto y el príncipe Felipe de Edimburgo que fueron los maridos de dos soberanas que son parte de la historia británica; la reina Victoria e Isabel II. Ellos fueron sus compañeros, pero no fueron coronados ni recibieron el título de Reyes consortes puesto que si el nuevo soberano es una Reina, su cónyuge no es coronado ni ungido en la ceremonia de coronación.
El último consorte real antes de Camilla fue Felipe de Edimburgo, el marido de Isabel II. Un hombre fundamental para la recordada monarca, su gran y único amor y su gran “fortaleza”. Durante todo su reinado, el padre del rey Carlos tuvo un papel muy activo como consorte como el más fiel vasallo de la soberana y siempre caminando dos pasos por detrás de ella. Hasta su retirada de la vida pública, el 2 de agosto de 2017, con 96 años, había completado un total de 22.219 compromisos reales desde 1952, cuando su esposa subió al trono, y fue patrono de más de 780 organizaciones.
“Es alguien a quien no le gustan los cumplidos fácilmente. Él ha sido, sencillamente mi fortaleza y mi permanencia durante todos estos años. Su familia, este y otros países y yo le debemos una deuda mayor de la que podría reclamar”, dijo la Reina tras una vida juntos. Aunque nunca fue necesario, el Parlamento británico aprobó la Ley de Regencia, que dictaba que, en caso de muerte de la Reina, Felipe sería el regente si el nuevo monarca era uno de sus hijos y menor de edad.
De hecho, el príncipe Felipe fue el gran organizador de la ceremonia religiosa en la que su esposa fue coronada, que tuvo lugar el 2 de junio de 1953, como presidente de la Comisión de Coronación. Se tardaron 14 meses en organizar el acto. Aunque no fue coronado sí fue el primero que se arrodilló ante ella y la juró lealtad.