Los amantes de las joyas, del coleccionismo y de la princesa Diana tienen una cita. El próximo enero, la casa de subastas Sotheby’s exhibirá una pieza casi desconocida y excepcional de la princesa Diana de Gales. Se trata de la cruz Attallah, un colgante único elaborado con amatistas y diamantes de la década de 1920 de la prestigiosa joyería Garrard y que la madre de los príncipes Guillermo y Harry pidió prestada en varias ocasiones al padre de su actual propietario para lucirla. El precio de salida de este colgante oscila entre las 80.000 y las 12.000 libras (90.000 y 136.000 euros).
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Esta subasta, que se engloba en la venta anual Royal and Noble de Sotheby’s, acogerá una colección de objetos destacados de procedencia aristocrática que van desde muebles, cerámica y artículos decorativos y está encabeza por esta joya que solo ha usado la recordada Princesa. La cruz Attallah “atraerá la atención de una amplia variedad de postores, incluidos coleccionistas de joyas reales y nobles, así como fanáticos de la Princesa deseos de compartir parte de la historia”, asegura Kristian Spofforth, jefe de joyeria de Sotheby’s Londres.
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Durante su vida fue poco frecuente ver a la Princesa lucir cruces con piedras preciosas pues se la recuerda con perlas, esmeraldas y zafiros, una gema que ineludiblemente siempre estará vinculada a su recuerdo por ser la elegida para su anillo de pedida.
Esta joya, de estilo felurée, que se distingue por los detalles de diseño floral está compuesta por amatistas cuadradas y diamantes circulares. La cruz tiene un peso total de 5,25 quilates y mide aproximadamente 136 x92 mm. Diana tenía un cariño especial por ella y se la puso en octubre de 1987, sobre con un vestido negro y berenjeana de inspiración isabelina de Catherine Walker, en la gala benéfica en apoyo de Birthright, una organización benéfica que trabaja para la protección de los derechos humanos de las mujeres durante el embarazo y el parto.
Naim Attallah, un empresario y escritor palestino-británico condecorado con la Orden del Imperio Británico, la compró a la joyería Garrard en la década de los años ochenta y gracias a su amistad con la Princesa, esta pudo prestársela en algunas ocasiones para que la luciera en sus eventos y también en ocasiones privadas. La cruz solo la usó la Princesa y después de su muerte no se había vuelto a ver en público hasta ahora.
“La princesa Diana y mi padre eran amigos y recuerdo que ella venía a menudo a verlo a la histórica tienda Garrard en Regent Street, donde estaba su oficina, y le pidió prestado el colgante en varias ocasiones, realmente le encantaba”, ha asegurado Ramsay Attallah, su actual propietario. .
Además de este colgante de Garrard, la Princesa tenía muchos artículos de esta joyería, entre ellos su anillo de compromiso que ahora lleva Kate Middleton y usó otros artículos de esta casa en muchas ocasiones, incluso después de su divorcio. En su última aparición pública lució lo que se conoce como ‘el collar del Lago de los Cisnes’, de diamantes y perlas del mar del sur en el que participó en su creación.
Los interesados que quieran pujar por esta fascinante joya solo podrán hacerlo a través de internet. La licitación se abrirá el 6 de enero de 2023 y se cerrará el 18 de enero. La cruz Atallalah y el resto de lotes se podrán ver en la sede de Sotheby’s en Londres durante esos días.
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