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El deseo de Carlos III de que sus hermanos, la princesa Ana y el príncipe Eduardo, puedan convertirse en regentes ya es un hecho. Esto significa que a partir de ahora son oficialmente consejeros de Estado y podrán sustituir al monarca en sus deberes oficiales y constitucionales en caso de que se encuentre en el extranjero o padezca una enfermedad.
© Getty ImagesEl proyecto de ley de los consejeros de Estado recibió el pasado martes la sanción real y se convirtió en ley al día siguiente. La anexión de la Princesa Real y del conde de Wessex se ha contemplado en la sección 6 de la Ley de Regencia de 1937 y sus funciones como regentes serán de por vida.
Tradicionalmente, son consejeros de Estado, con labores de sustitución del jefe del Estado, el cónyuge del soberano (la reina Camilla) y las primeras cuatro personas en la línea de sucesión al trono mayores de 21 años. Además de Camilla son consejeros el príncipe Guillermo, el príncipe Andrés y la princesa Beatriz.
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Dada la marcha de los duques de Sussex de la Familia Real británica, la retirada del duque de York de sus deberes institucionales por su supuesta implicación en el Caso Epstein y de que la princesa Beatriz no es miembro de la Corona a tiempo completo, urgía tener como sustitutos del Rey a miembros de la realeza que estuvieran en activo. Con estas circunstancias, miembros del Parlamento británico señalaron recientemente que su condición de consejeros de Estado podría crear un conflicto de intereses en caso de que se les necesitara para actuar en nombre del Rey.
© Getty ImagesEstas nuevas funciones para Ana y Eduardo de Inglaterra son una nueva vuelta a la actividad oficial de primera fila. Los dos hermanos fueron previamente consejeros de Estado de Isabel II antes de verse adelantados por su sobrinos en la línea dinástica. El conde de Wessex ocupa actualmente el puesto 13, mientras que Ana baja hasta el 16. Se espera que a lo largo de 2023, Ana y Eduardo adquieran protagonismo ya que los Reyes y los príncipes de Gales pasarán bastante tiempo en el extranjero.
Los consejeros de Estado están autorizados por ley a llevar a cabo la mayoría de los deberes oficiales del soberano, por ejemplo, asistir a las reuniones del Consejo Privado, firmar documentos y recibir las credenciales de los nuevos embajadores en el Reino Unido. Sin embargo, hay una serie de funciones constitucionales básicas que no se puede delegar como son los asuntos relacionados con la Commonwealth, la disolución del Parlamento, excepto por instrucción expresa de Su Majestad, la creación de los pares o la designación del primer ministro.
El cargo de consejero de Estado figura en la Ley de Regencia de 1937. Antes de ese año se aprobaban los nombramientos solo en caso de necesidad. Desde 1728 hasta 1937 hubo nueve leyes para cubrir las ausencia del monarca. Poco después de que Jorge VI, padre de Isabel II, llegara al trono en 1936, se aprobó la actual norma para asegurar la regencia para todos los futuros reinados. Fue en ese momento cuando se creó el nuevo cargo de consejero de Estado para cubrir ausencias de corto plazo.
© Getty ImagesEl aniversario de la princesa Ana
Estas nuevas funciones para la Princesa Ana han coincidido con el 30 aniversario de bodas con su esposo, el vicealmirante Sir Timothy Laurence. La pareja se casó de manera discreta el 12 de diciembre de 1992 en la iglesia de Crathie en Ballater, cerca de Balmoral. Se conocieron en 1986 en el Yate Real Britannia cuando Laurence era comandante en la Royal Navy. Forjaron primero una gran amistad y después una relación sentimental. La Princesa tiene dos hijos, Peter Phillips y Zara Tindall, de su primer matrimonio con el capitán Mark Phillips.
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