Desde que se tiene constancia, es decir, desde que se convirtió en una actriz relativamente conocida cuyas intervenciones quedan registradas en Internet y en la memoria de la gente, está claro que a Meghan Markle la política le pone. Hizo campaña por Hillary Clinton, se enfrentó con Donald Trump y al llegar a la Casa Real británica le explicaron que una princesa no hace eso, así que lo dejó aparcado. Sin embargo, ese experimento de ponerse al servicio al servicio de Su Majestad ya sabemos que no salió bien, así que tras su salida de la Casa Real ha recuperado sus viejas aficiones. Paso a paso, pero sin cambiar el rumbo, la duquesa de Sussex ha ido apostando por una deriva política de su perfil y ahora da un paso más al convertirse en cabildera en "nombre de su familia, de Archie, de Lili y de Harry".
Hace unas horas la plataforma sin ánimo de lucro Paid leave for all (Permiso retribuido para todos) publicaba una carta de la oficina de los duques de Sussex firmada por Meghan a fecha del 20 de octubre y dirigida a dos políticos de alto nivel, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (demócrata por California) y al líder de la mayoría del Senado, el también demócrata Charles E. Schumer. En el escrito de dos páginas y catorce párrafos, Meghan hace un llamamiento a los líderes del Congreso para que aprueben una permiso médico y familiar pagado para todos, lo que viene siendo la baja de maternidad y paternidad tras el nacimiento de un hijo.
"No soy un funcionario electo ni una política, soy una ciudadana comprometida y madre", así comienza un texto que denuncia que las mujeres están abandonando el mercado laboral y que en Estados Unidos los padres se enfrentan al desafío de “estar presentes” o ganar dinero. Esta carta llega cuando el plan del presidente Biden de ofrecer doce semanas de permiso médico y familiar retribuido corre el riesgo de reducirse o directamente quedarse fuera del paquete de medidas sociales que había anunciado su administración.
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Esta intervención, aunque sea como madre, hace que Meghan forme parte de lo que se conoce como “cabildeo” o “lobbyist” que es tratar de influenciar a los funcionarios electos para asegurase que las leyes favorezcan a un determinado colectivo, organización, industria o público en general. Es por esto que esta carta está sirviendo como combustible para todos aquellos que opinan que las aspiraciones de la duquesa de Sussex son políticas, algo que es perfectamente lícito desde que no es Alteza Real pero que en el Reino Unido sigue despertando las susceptibilidades de aquellos que no le perdonan que renunciara a ser princesa británica.
"Crecí con las ensaladas de 4’99 dólares"
La parte más íntima de la carta es la que Meghan habla de la situación económica en su propia familia cuando era pequeña. "Crecí con la barra de ensaladas de $ 4'99 en Sizzler; puede haber costado menos en ese entonces (para ser honesta, no puedo recordarlo), pero lo que sí recuerdo es la sensación: sabía lo duro que trabajaban mis padres para pagar esto porque incluso a cinco dólares (4'30 euros), salir a comer era algo especial y me sentía afortunada", cuenta la duquesa haciendo referencia a la cadena de comida rápida que popularizó –según ellos la inventó- la barra de ensaladas en la década de los setenta. "Y como Girl Scout, cuando mi tropa iba a cenar fuera para una gran celebración, volvía a esa misma barra de ensaladas o The Old Spaghetti Factory, porque eso es lo que esas familias podían pagar", continúa.
En ese escrito también detalla que desde los trece años se tuvo que poner a trabajar para contribuir en la economía doméstica y poder afrontar sus propios gastos. Su primer trabajo fue en una tienda de yogur helado, después sirvió mesas, trabajó de canguro y otros trabajos a tiempo parcial para "llegar a final de mes o simplemente poder poner gasolina al coche". Este retrato, que se conocía en parte, contribuye a esa imagen que la actriz ha potenciado desde el principio, el de una mujer hecha a sí misma y protagonista del gran sueño americano, esa creencia de que en Estados Unidos puedes experimentar una movilidad social hacía arriba gracias a méritos propios. Un idea que está muy arraigada en el país y que es una buena carta de presentación en terminos políticos.
"En nombre de mi familia, Archie y Lili y Harry, les agradezco considerar esta carta"
Meghan admite que es una afortunada porque ni ella ni Harry se han visto en la tesitura de elegir entre ganarse la vida y cuidar a sus hijos y que ninguna familia debería hacerlo. "En junio, mi marido y yo dimos la bienvenida a nuestro segundo hijo. Como otros padres estábamos muy contentos y también abrumados", afirma haciendo referencia al nacimiento de Lilibet Diana, que como se puede ver en esta carta la llaman cariñosamente Lili.
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En un tono distinto, pide que la apatía no se instale en Washington y anima a la nueva generación de políticos a poner a la familia primero. "Sé que políticamente las cosas están cargadas, pero esto no se trata de derechas o de izquierdas, se trata de lo que está bien y de lo que está mal", añade. "Entonces, en nombre de mi familia, Archie y Lili y Harry, les agradezco por considerar esta carta, y en nombre de todas las familias, les pido que se aseguren de que este momento trascendental no se pierda", concluye la duquesa que estampa su firma como "Meg".
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