Isabel II es una apasionada de los caballos. A sus 94 años aún presume de montar y durante toda su vida ha sentido verdadera pasión por estos animales. Sin embargo, el coronavirus ha hecho que este año se haya perdido uno de sus eventos más queridos: las famosas carreras de Ascot, que se están celebrando estos días a puerta cerrada por el coronavirus y que, eso sí, se están retransmitiendo por televisión. Así las cosas y a pesar de no poder disfrutar en vivo y en directo de la emoción y la adrenalina de estas competiciones, la soberana se ha llevado una gran alegría: uno de sus caballos ha resultado ganador en una de las carreras que se celebró este miércoles.
Tactical, montado por el jinete James Doyle, se alzó con la victoria, la primera en este certamen de un equino propiedad de Su Majestad. Aunque no pudo estar presente para dar la enhorabuena a ambos campeones se presupone que la Reina no perdió detalle de este logro desde el Castillo de Windsor, en el que se encuentra confinada desde antes de Semana Santa, junto a su marido, el duque de Edimburgo.
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“Obviamente es una lástima que Su Majestad no esté para disfrutar de ver a uno de sus corredores, pero ella lo ha estudiado todo y está viendo las carreras”, dijo su asesor John Warren en declaraciones recogidas por la BBC. “Tener un caballo ganador ha sido la guinda del pastel. Creo que todos los días de su vida, sigue las carreras de una manera u otra cuando puede. Lee publicaciones especializadas y conoce muy bien a los caballos más importantes. Siempre dedica media hora diaria a informarse”, agregó.
Esta es la primera vez en sus 68 años de reinado que Isabel II no acude a Ascot, pero eso no ha impedido que haya escrito un cariñoso mensaje a los organizadores en el que agradecía todos sus esfuerzos por hacer posible el certamen a pesar de las circunstancias sanitarias. “En tiempos difíciles, estamos nuevamente encantados de recibir a los mejores caballos y jinetes de todo el mundo y rendir homenaje a aquellos que hayan ayudado a hacer posible esta carrera”, asegura en su comunicado.
Desde que con cuatro años le regalaron un poni llamado Shetland, Isabel II ha seguido adquiriendo y criando caballos a lo largo de su vida. Una afición que ha transmitido a las nuevas generaciones de los Windsor. Así, su hija, la princesa Ana, se convirtió en toda una experta amazona que incluso compitó en los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976. Zara Tindall, hija de la Princesa, compitió en las Olimpliadas de 2012 de Londres y consiguió una medalla de planta para el equipo británico.
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