El príncipe Harry permanece en Londres, mientras Meghan y Archie se encuentran en Canadá. ¿El motivo? Un compromiso institucional como miembro de la realeza: el sorteo de la Copa Mundial de la Liga de Rugby, que ha tenido lugar en el Palacio de Buckingham. El duque de Sussex es patrono de esta entidad, cargo que heredó de su abuela la Reina, que lo ostentó durante 64 años, en diciembre de 2016. Este podría ser uno de sus últimos compromisos institucionales como miembro principal de la Familia Real.
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Minutos antes del sorteo, el duque de Sussex se ha dejado ver por las inmediaciones y ha tenido un encuentro con representantes de las 21 naciones que participan en el torneo y también ha visto como los niños de una escuela primaria local jugaban al rugby en los jardines de Palacio. Con traje y corbata, y con el rostro algo serio, el hijo de Carlos de Inglaterra ha reaparecido tras la tormenta. Los medios congregados al evento preguntaron al Príncipe acerca del 'Megxit', pero él prefirió no hacer comentarios al respecto. Tampoco hizo alusión al asunto en un breve discurso que ha dado.
Admeás de este compromiso, el duque de Sussex también ha publicado un vídeo para anunciar que la próxima sede de los Juegos Invictus ser en el año 2022 en Düsseldorf (Alemania), otro acto vinculado a su faceta como 'royal' de primera línea. A juzgar por estos movimientos, parece que el hijo menor de Carlos de Inglaterra piensa, al menos de momento, seguir con las obligaciones derivadas de las entidades de la que es patrono, un cargo que ostenta por el hecho de pertenecer a la realeza.
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Este evento institucional de Harry se produce solo un día después de que Meghan Markle reapareciera en Canadá. Primero, en un refugio de mujeres en Vancouver y, después, en una entidad que vela por la igualdad de las niñas. Dos actos ajenos a la agenda de la Casa Real, con los que la Duquesa marca la hoja de ruta de la agenda que llevará en su nueva vida lejos de Reino Unido y en los que se mostró, café en mano, muy distendida, relajada y alejada de protocolos.
Meghan voló a Canadá el pasado día 10, solo dos días después del sorprendete comunicado en el que la pareja real anunciaba sus deseos de empezar una nueva vida, más independiente, sin el paraguas de la Casa Real. Mientras, el príncipe Harry ha permanecido en el Reino Unido, además de por este compromiso oficial, para acudir este lunes a la histórica cumbre de Sandringham en la que en una reunión con la Reina, el príncipe Carlos y el príncipe Guillermo se abordó el tema del 'Megxit'.
Tras la reunión con los miembros situados en las primeras posiciones en la línea de sucesión al trono, la soberana emitió la declaración más personal en sus 67 años de reinado en la que apoyaba los deseos de su nieto y su mujer de emprender una nueva, no sin antes recordar que "hubiéramos preferido que siguieran siendo miembros de la Familia Real, trabajando a tiempo completo". La Reina también expresó que su deseo es que "se tomen decisiones en los próximos días".
Así las cosas parece poco probable que el príncipe Harry se reencuentre con su familia en los próximos días ya que está previsto que a principios de la próxima semana queden resultos los detalles legales y jurídicos de las nuevas condiciones que regirán a partir de ahora la vida de los Sussex. Además, y según una fuente de Palacio ha dicho a HELLO! "el Duque tiene algunas reuniones aquí (Londres) a principios de la próxima semana".
Entre otros asuntos tiene que aclararse qué pasará con sus títulos, cómo serán financieramente independientes y quién se hará cargo de los gastos derivados de su servicio de seguridad. La Reina ha dado instrucciones a su personal para que encuentren una solución a la crisis lo antes posible. En este perido de transición los Sussex pasarán su tiempo repartido entre Canadá y Reino Unido, tal y como confirmó Isabel II.