A la Duquesa le hizo mucha gracia un pequeño en concreto que intentó llamar su atención agitando su mano en el aire y gritando a su vez: “¡Yo!, ¡yo!”. Ganada por sus travesuras, la duquesa Catherine le acarició la mejilla con cariño y le dijo: “Me recuerdas a mi pequeño Louis, él sigue diciendo ‘¡yo!, ¡yo!, ¡yo!’ y quiere venir a todas partes conmigo”.