"Ese lunes por la mañana", ha proseguido, "me dijo: 'Darren, no vas a creer lo que sucedió, casi quemo la cocina, pero lo mejor de todo es que había 12 bomberos fornidos para mi sola", ha explicado entre risas el chef, que todavía recuerda los purés y cremas que cocinaba para el duque de Cambridge y el de Sussex, que por aquel entonces eran tan solo unos niños