Uno de los momentos más entrañables llegó cuando el matrimonio saludó a Wafia Rehmani, quien a sus siete años quiso organizar una fiesta del té e invitó a los duques a unirse a ella. Con una tiara sobre la cabeza, el niño charló durante unos minutos con la pareja e incluso le comunicó sus ganas de convertirse en médico en un futuro. La duquesa de Cambridge no quiso ser menos y, ni corta ni perezosa, decidió coronarse con una tiara similar a la que lucía el pequeño