El año pasado, acudieron a este acto tanto los duques de Sussex como el duque de Cambridge. Quien no se dejó ver entonces fue precisamente la esposa de este por encontrarse recuperándose del parto de su tercer hijo, el príncipe Louis -que el lunes cumplió su primer año de vida-. Curiosamente, aquella era la primera vez que Meghan Markle acudía a un servicio oficial de estas características y, como han hecho este jueves su marido y su cuñada, cumplió con la tradición de lucir una amapola roja en su solapa, en recuerdo a los caídos en la guerra