En su boda, y a diferencia de lo que ocurrió en la de los duques de Sussex o en la de Eugenia de York y Jack Brooksbank, no habrá procesión ni desfile de los recién casados para saludar a la multitud allí congregada, ni se cursarán invitaciones a los ciudadanos para que puedan ser testigos de la celebración desde los terrenos del castillo. Eso sí, no faltará la correspondiente recepción posterior a la ceremonia, que tendrá lugar en Frogmore House.