Gestos de enamorados. En plena luna de miel la complicidad de Harry, al que no se había visto así de feliz en años, y Meghan, la exactriz que está aprendiendo a ser princesa, queda patente en cada una de sus apariciones. La pareja, que se casó el pasado 19 de mayo en el Castillo de Windsor, se ha volcado en su nueva vida de lleno y semana a semana multiplica sus apariciones. De hecho, cinco horas después de este acto se espera su llegada a Dublín para el primer viaje oficial del matrimonio a Irlanda.