La duquesa de Sussex lució con soltura la tiara bandeau de diamantes que perteneció a María de Teck, abuela de la reina Isabel II y esposa del rey Jorge V de Gran Bretaña e Irlanda. Un diseño inglés, confeccionado en 1932, con una espectacular pieza central que data de 1893. En definitiva, una joya como las de antes, de incalculable valor.
Elaborada con diamantes, brillantes y platino, forma una banda flexible dividida en secciones perforadas con óvalos entrelazados y pavé con diamantes de talla brillante de diferentes tamaños. La pieza central, la más antigua, está formada por un broche desmontable de diamantes que la entonces princesa recibió en 1893 del Condado de Lincoln con motivo de su matrimonio con el príncipe Jorge, Duque de York.
Las dos piezas, la tiara y el broche, fueron un regalo que la reina Isabel II recibió de su abuela. De ahora en adelante, igual que la tiara halo estará siempre ligada a la duquesa de Cambridge, esta tiara bandeau pasará a la historia como la tiara de boda de Meghan.