Meghan se decantó por un elegante abrigo gris abotonado, que combinó con un sombrero negro, además de clutch y zapatos de tacón a juego. Se trata de la primera vez que la prometida de Harry de Inglaterra acude a un servicio oficial de estas características, sin embargo, se aseguró de cumplir con la tradición de lucir una amapola roja en su solapa, en recuerdo a los caídos en la guerra