Tras las críticas surgidas por su "insensibilidad", tal y como recoge la prensa internacional, la princesa Michael de Kent se ha mostrado arrepentida y "muy apenada". "El broche fue un regalo y se había utilizado en ateriores ocasiones. La Princesa está muy angustiada después de ver que ha ofendido", ha confirmado Simon Astaire, portavoz de la Princesa, que en estos momentos se plantea retirar de su joyero dicho accesorio