En 1939, cuando George VI visitó el Colegio Naval de Dartmouth con su familia, Felipe, de 19 años, conoció a una joven Isabel, que por aquel entonces solo tenía 13 años. Y, como un cuento de hadas, así fue como comenzó su historia. Dicen que fue amor a primera vista y la princesa quedó prendada del atlético y apuesto militar de la marina del que nunca volvió a separarse.