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Tiara Halo de Cartier. El 29 de abril de 2011, Catherine Middleton le dio el “sí, quiero” al nieto de la Reina de Inglaterra y con ello, además de sellar su bonita historia de amor, entró a formar parte en la Familia Real y recibió su título de Alteza Real Duquesa de Cambridge. Para la gran boda en la abadía de Westminster, la novia lució la tiara Halo de Cartier. Era uno de los detalles más importantes del esperado enlace, y fue la propia reina Isabel la que ha quiso que la esposa de su nieto llevara una de sus joyas más especiales, la tiara Cartier que recibió de su madre por su 18º cumpleaños (en 1936 el duque de York, que más tarde recibió el título del rey Jorge VI, se la regaló a su esposa, la Reina Madre, en 1936). Se trata de una tiara muy especial que ha pasado de generación en generación y está compuesta por 739 brillantes y 149 diamantes

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Tiara Flor de Loto. Hubo que esperar hasta diciembre del 2013, en la recepción diplomática anual, para que la Duquesa volviera a dejarse ver con una diadema del cofre real. La Duquesa llevaba la tiara de flor de loto, que anteriormente perteneció a la Reina madre. La tiara fue hecha para la reina Elizabeth de un diamante y un collar de perlas como regalo de bodas de su marido, el rey George VI. En 1959, la Reina madre le dio la diadema a su hija menor, princesa Margaret. Getty Images / Cordon Press

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Tiara Spencer. Lady Diana eligió la diadema familiar para sus nupcias con el príncipe Carlos, en 1981. De oro y plata y cuajada de diamantes -con cinco centrales, uno de ellos, de mayor tamaño y envuelto en un pequeño corazón-, destacada por el diseño con sus hojas, tulipanes, flores-estrella y los arcos de media luna. La pieza data del siglo XVIII, aunque, al parecer, fue montada en varias ocasiones. Esta diadema también la lucieron la hermana de Diana, lady Jane, el día de su boda (1978), y Victoria Lockwood, la primera esposa de Charles Spencer, en sus nupcias (1989). Esta emblemática tiara no se ha vuelto a ver desde la muerte de la princesa y son muchos los que desean ver a la Duquesa de Cambridge con esta pieza de la familia Spencer. Aunque hasta ahora siempre se ha coronado con las joyas del cofre real, la que probablemente sea su joya favorita –el anillo de pedida- también era de la princesa Diana.

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Tiara Cambridge Lover´s Knot. Conocida como la Tiara Cambridge Lover´s Knot llegó a las manos de la querida princesa Diana con motivo de su boda con el Príncipe de Gales en 1981. Así que fue una de las que más se barajó como homenaje a la madre del príncipe Guillermo el día de su boda. Esta joya -creada en 1914 por encargó de la reina María, esposa del rey Jorge V- tiene un diseño neoclásico realizado en diamantes talla brillante y en sus inicios (tal y como se puede ver en algunos óleos de la reina Mary) contaba con dos filas de perlas, una superior y otra inferior en forma de gota. La princesa Diana usó este aderezo en numerosas ocasiones y en citas históricas, llegó a decir que el peso y el movimiento de las perlas le causaron algún que otro dolor de cabeza.

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Tiara de las Damas de Gran Bretaña e Irlanda. La Tiara de las Damas de Gran Bretaña e Irlanda, también conocida como Granny´s tiara o tiara de la abuela, es una de las favoritas de la Reina de Inglaterra piezas más conocidas e importantes de la colección británica de joyas reales. Esta joya de diamantes talla brillante originalmente estaba coronada por perlas en forma de lágrima, al parecer es ligera y fácil de llevar. La Reina la recibió como regalo de boda de su abuela, la reina María, cuando se casó con el duque de Edimburgo en 1947 y desde entonces ha tenido un lugar preferente en su joyero, la ha llevado en infinidad de citas y ha sido representada con ella en sellos y billetes tanto en el Reino Unido como en otros países de la Commonweathl

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Tiara Vladimir. Los Vladimir se vieron obligados a huir hacia el Cáucaso tras la Revolución bolchevique dejando abandonada su colección de joyas en su palacio de San Petersburgo, que recuperaron después a través de un diplomático británico amigo de la familia en valija diplomática. En el año 1921, la reina María de Inglaterra compraría muchas de las joyas de la colección de la Gran Duquesa Vladimir, entre las que se encontraba la tiara. Al fallecer la Reina María en 1953, la tiara pasará a su nieta, la Reina Isabel II. Esta pieza está formada por quince círculos de diamantes dentro de los cuales cuelga una perla en forma de pera, además por encargo de la reina María se adaptaron quince esmeraldas para poder lucirlas como alternativa

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Tiara Fringe. Inspiradas en los tocados rusos o Kokoshnik las tiaras Fringe se popularizaron en las Casas Reales europeas y están presentes en la mayoría de joyeros, cámaras o cofres reales. Es una de las preferidas de la soberana británica porque tiene un significado muy especial para toda la familia. No sólo fue la elegida por la reina Isabel para su boda con Felipe de Edimburgo en 1947, sino que su hija, la princesa Ana, también se casó con la preciada diadema en 1973 cuando contrajo matrimonio con el capitán Mark Phillips. La tiara, compuesta por 60 barras verticales, forma un perfecto sol y fue creada en 1830

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Tiara Rosa de Strathmore. El padre de la reina madre, el conde de Strathmore, se la regaló cuando contrajo matrimonio en 1926 con el duque de York, futuro Jorge VI. La delicada tiara tiene un sencillo diseño de flores silvestres y su dueña solía llevarla tanto sobre la frente (muy a la moda en las décadas de los veinte y los treinta) como de la manera tradicional, como una corona. Si Catherine se decantara por una joya de la colección de la reina madre, la Rosa de Strathmore sería una romántica elección y muy apropiada a su edad.

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Tiara de Zafiros. Este impresionante tocado de zafiros y diamantes sería el complemento perfecto para que la Duquesa de Cambridge lo luzca a juego con su anillo de pedida. Fue creada en el año 1963 a petición de la Reina partiendo de las gemas de un collar que había comprado. Fue diseñada para que hiciera juego con el conjunto de joyería que su padre le había regalado por su boda.

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