Porque tener un hermano es un regalo... recordamos las imágenes más entrañables de los Windsor

Las pequeñas princesas Isabel y Margarita fueron las primeras en vivir en primera persona lo que era ser mundialmente conocidas. Cuando Isabel tenía seis años, todo su mundo se puso patas arriba después de que inesperadamente su padre fuera coronado Rey y ella, automáticamente, pasara a ser la heredera al Trono.

Las infancias 'reales' han cambiado mucho en estos años. La reina Isabel y su hermana se criaron siguiendo una rígida educación con niñeras que las cuidaban durante todo el día y sólo veían a sus padres en el desayuno o en la hora del té. Además, cuando fue coronada Reina, Isabel tampoco mantuvo la estrecha relación con sus cuatro hijos que, por ejemplo, tienen hoy en día Guillermo y Kate con sus hijos.

Una imagen que vale más que mil palabras, la de un hermano mayor orgulloso y feliz junto a su hermana pequeña.

El príncipe Carlos y la princesa Ana, en 1952.El príncipe Carlos nació el 14 de noviembre de 1948, mientras que su hermana vino al mundo el ​15 de agosto de 1950.

El príncipe Carlos era un niño muy sensible, mientras que su hermana, la princesa Ana, era muy activa y enérgica.

Simpática instantánea de los hijos de la reina Isabel II de Inglaterra, los príncipes Andrés y Eduardo.

En la imagen, tomada en 1965, los príncipes Andrés y Eduardo aparecen de lo más divertidos jugando con las hojas en los jardines del palacio de Buckingham.

Dos pequeños Zara y Peter viendo con sus padres la Royal Windsor Horse Show en el año 1984.

La princesa Ana quiso que sus dos hijos, Peter y Zara Phillips (que en la imagen aparecen en Dauntsey Park, en 1986) tuvieran una educación normal, con los pies en la tierra, sabiendo a qué familia pertenecían y las responsabilidades que ello conllevaba, pero disfrutando de una infancia feliz y lo más normal posible. Algo que sirvió para 'allanar' el camino a Diana y ahora también a Kate.

Fue la princesa Diana la que revolucionó todas las bases y la tradición que se llevaba en Palacio hasta ese momento. Aunque ella siempre enseñó a sus hijos, los príncipes Guillermo y Harry, la importancia de respetar y tener siempre muy presente su condición, también quiso que tuvieran una infancia lo más normal posible y que pudieran disfrutaran de la vida.

Convertirse en hermano mayor fue para Guillermo una maravillosa experiencia que vivió con mucha ilusión. Según las palabras de su propio padre, estaba "como pez en el agua" y se desenvolvía con mucha soltura, cuidándole y siempre siendo consciente del ejemplo que tenía que darle. Desde el principio, ambos hermanos demostraron tener un vínculo muy especial y se convirtieron no sólo en los mejores compañeros, sino también en confidentes tanto en los buenos como en los malos momentos. Su relación también tuvo un punto de inflexión el 31 de agosto de 1997 tras el triste fallecimiento de su madre, que les unió aún más y les hizo darse cuenta de que siempre, pasara lo que pasara, estarían ahí el uno para el otro.

Iban a excursiones a parques temáticos, a almorzar al McDonalds, iban al cine... También intentó que se relacionaran con otros niños de su edad tanto en la escuela como en casa. De hecho, jugaban con los hijos de su mayordomo, Paul Burrell, algo que hubiera sido impensable por ejemplo en la época que vivió su padre, el príncipe Carlos con su hermana la princesa Ana.

Simpática instantánea de las princesas Beatriz y Eugenia, que fueron damitas de honor en la boda de su niñera Alison Wardley que se celebró en abril de 1993.

Las hijas del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, en su primer día de cole en Upton House School In Windsor, en 1994.

Desde el principio, el príncipe Eduardo y su mujer, la condesa de Wessex, han intentado mantener a sus hijos alejados de los focos. Deberían haber llevado el título de princesa y príncipe, pero ellos prefirieron que fueran conocidos como Lady Louise Windsor y vizconde Severn.

Divertida foto de los niños durante el desfile Trooping The Colour del año 2013.